Semana Santa de la provincia de Sevilla: Pruna

 

Pruna es un municipio de 2900 habitantes situado en plena sierra sur de Sevilla, a 663 metros de altitud, lindando con la provincia de Cádiz, entre las sierras del Tablón con el Terril 1129 metros el pico más alto de la provincia  y  la sierra de las Rabitillas de 840 metros de altitud, separa las cuencas de los ríos Guadalquivir y Guadalete.

Dista de Sevilla 106 km, 36 km de Moron, centro comarcal, a 13 km de Algámitas y al sur está Olvera a 7 km.


Este pequeño pueblo tiene una Semana Santa modesta, ya que solo posee una hermandad. Esta hermandad concentra toda la actividad que se desarrolla en los siete días desde el Domingo de Ramos, pero que tiene su núcleo central desde la madrugada del Miércoles Santohasta el Domingo de Resurrección.






Venerable Hermandad de la Santa Vera-Cruz y de la Pura y Limpia Concepción de María Santísima 




Fundación: Siglo XVI

Pasos: Dos.

Día de SalidaMiércoles Santo (viacrucis) Jueves Santo, Viernes y Sábado y Domingo de Resurrección.

Hábito: Túnica blanca con capas en negras y moradas y el antifaz del mismo color.

Sede Canónica: Parroquia de San Antonio Abad



La hermandad de la Vera-Cruz es verdaderamente antigua, y resultado, además, de la fusión de dos hermandades. En primer lugar, en el siglo XVII ya había constancia de la existencia de un grupo de fieles que veneraban a la Vera-Cruz (también se habla de una cofradía de las Ánimas Benditas). A lo largo de esos años, en Pruna también existía gran devoción por la Inmaculada, aunque no había constancia de que hubiese una Virgen hasta 1878. Y fue, precisamente, en torno a esa época cuando ambas hermandades se unieron, dando resultado a la única corporación de la localidad.


Es en la Semana Santa cuando la Vera-Cruz realiza más cultos, que desembocan en uno de los momentos cofrades más singulares de la provincia: el Descendimiento. Antes de ello, el Domingo de Ramos tiene lugar una misa en la que los nuevos hermanos juran las reglas, precediendo a la procesión de palmas, que llena las calles de niños vestidos de hebreos. Tras eso, la localidad descansa dos días, pues es el Miércoles Santo cuando comienza la Pasión del Señor según Pruna.


En la noche de ese día, los hermanos realizan un solemne via crucis con la imagen del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz, una extraordinaria talla que se fecha entre finales del siglo XVII y el XVIII. 


El Crucificado es portado en andas por mujeres de la hermandad, deteniéndose en cada estación para rememorar la Pasión de Cristo. El via crucis termina en la parroquia de San Antonio Abad, donde la hermandad tiene su sede canónica, y allí espera hasta el Viernes Santo.


Es al día siguiente, por la noche, cuando sale la procesión de Nuestro Padre Jesús Cautivo, otra de las peculiaridades de la hermandad, ya que esta imagen es, en realidad, la de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Desfila sin la cruz y con una túnica blanca, haciendo un recorrido pequeño. Ya en la mañana del Viernes Santo realiza su estación de penitencia con la túnica morada y la cruz en los hombros, acompañado de Nuestra Señora de los Dolores.


Son momentos muy especiales y esperados en la localidad, pero el acto central se realiza en la noche del Viernes Santo. En la plaza de San Antonio, el Santísimo Cristo de la Vera-Cruz se representa crucificado en su paso, acompañado de Nuestra Señora de los Dolores. Allí también está presente la agrupación musical de Santa Águeda de Villalba del Alcor, que interpreta marchas mientras tiene lugar el Descendimiento. Jesús es bajado de la Cruz por unos hermanos y, a continuación, lo introducen en una urna para concluir con la procesión del Santo Entierro por las calles de la localidad.


Se trata del momento cumbre de la Semana Santa de Pruna, a la que aún queda otra procesión más el Domingo de Resurrección. Ese día sale, como no podía ser de otra forma el Jesús Resucitado, poniendo fin a la Semana Santa de la localidad a la espera de la romería de mayo.





Cristo de la Vera Cruz



Extraordinaria talla que se fecha a finales del siglo XVII y el XVIII. Es de autoría anónima, pero se atribuye al círculo de Pedro Roldán. Es la imagen de mayor calidad artística de la localidad y una de las más peculiares de la provincia, ya que tiene los brazos articulados.


Procesiona en un paso de caoba realizado entre los años 1956 y 1958.








Nuestro Padre Jesús Nazareno


La imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno es una talla del imaginero Ramón Chavelli Carreras. 


Esta imagen del Nazareno pertenece a otra corporación de la misma parroquia de San Pablo y procesiona junto a la Virgen de los Dolores.








Nuestra Señora de los Dolores


La imagen de la Virgen de los Dolores lleva la rúbrica de Antonio Illanes, realizada en 1941. En su rostro se puede apreciar el parecido de la imagen con otras imágenes realizadas por su escultor, como la Virgen de las Tristezas de la sevillana hermandad de la Vera Cruz, la Esperanza de Dos hermanas o la Soledad de Cazalla de la Sierra.


Procesiona en un paso de plata bajo un palio sujeto por ocho varales.









Santísimo Cristo Resucitado


La imagen de Cristo Resucitado es obra de los talleres de Olot de mediados del siglo XX y procesiona portando en su mano izquierda la cruz del martirio mientras a sus pies vemos una túnica morada y la corona de espinas. 








Referencia


https://www.visitarsevilla.com

https://sevilla.abc.es/pasionensevilla

http://www.artesacro.org

https://m.facebook.com/pura.limpia





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