Historia de las Hermandades de Sevilla: La Estrella




Pontificia, Real, Ilustre y Fervorosa Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de las Penas, María Santísima de la Estrella Coronada, Triunfo del Santo Lignum Crucis, San Francisco de Paula y Santas Justa y Rufina





Capitanes de barcos.

Corría el año de 1560 cuando se funda en Triana, en una capilla del convento de la Victoria perteneciente a los frailes mínimos de San Francisco de Paula, un hermandad de luz bajo el patrocinio de Nuestra Señora de la Estrella. Las reglas de esta hermandad, formada por capitanes de barcos con la misión de fletar las mercadería que en la ciudad de Sevilla entraban y salían por  el mar para las  Indias y Flandes, fueron protocolizadas en la escribanía de Gaspar de Toledo en 1566 y aprobadas por Felipe II ese mismo año.

En 1570, la comunidad de frailes concedía a la hermandad un sitio junto a su iglesia para que se labrara una capilla así como cedía en el interior del templo otra capilla con el objeto de que alli fueran colocadas las imágenes y poder celebrar sus fiestas y cabildos. Por su parte de obligaba a la hermandad a pagar anualmente a la comunidad dos ducados de tributos perpetuo en razón del sitio concedido. En el año de 1600, la hermandad de Nuestra Señora de la Estrella se unió a la de San Francisco de Paula.

En 1644, también en Triana, en la ermita de un antiguo hospital allí existente llamado de Nuestra Señora de la Candelaria, Diego Granado y Mosquera fundaba una hermandad titulada de las “Penas de Cristo Nuestro Señor, Triunfo de la Cruz y Amparo de María Santísima”, la cual labró una capilla tan pequeña que en la Semana Santa debían de instalarse los pasos en la propia ermita pues en aquellos días no la ocupaban los hermanos de la Candelaria.



Virgen de la Estrella entrando en el puente por el Altozano. 







La Unión de las dos hermandades

En 1673, la hermandad del Santo Cristo de las Penas se establecía con el consentimiento de los frailes de la orden mínima en la ermita. Una vez que ocuparon el lugar asignado, el templo se hizo pequeño para albergar tres hermandades que allí residía, las mencionada de la Estrella, de las Penas y otras más bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario. A iniciativa de Diego Granados, la hermandad de las Penas gestó la fusión con la de la Estrella. Ésta, en razón del oficio de sus componentes ocupados en prolongados viajes los cual impedía sobremanera la vida diaria de la corporación, convino en admitir la unión. De esta forma los hermanos de las Penas, residente en Triana, promoverían el culto que los hermanos de la Estrella mantendrían con las limosnas que ofrecían de los beneficios de sus viajes. La hermandad resultante se titularía de “Nuestra Señora de la Estrella, Santo Cristo de las Penas, Triunfo del Santo Lignum Crucis y San Francisco de Paula”.

La iglesia y el convento de la Victoria desaparecieron en un incendio en 1704 salvándose sólo la capilla de la hermandad que rápidamente fue puesta al servicio de la comunidad de frailes para que sirviera de lugar de culto hasta que concluyera la reconstrucción en 1707.



La Virgen de la Estrella en un altar de culto en San Jacinto, imagen de 1898







Los alfareros

La falta de documentos de la hermandad de las Santa Justa y Rufina impide determinar su antigüedad. Se encuentra memoria de su altar en Santa Ana desde el año de 1589 “por unas mandas de misas en testamento”. En el “estracto de la veneración y culto de las Santas” impreso en 1749 se afirma que “los alfaxareros, de cuyo arte son patronas estas santas, le eligieron altas y hermandad en la parroquia de señora santa An, quien hoy está en el convento del Señor de San Jacinto”. En 1613, esta hermandad era citada por el Provisor “para la procesión del Corpus, con preferencia a todas las demás cofradías de luz que concurrían, exceptuada la de la virgen de los Reyes, de San Francisco; indicio suficiente de su antigüedad”. También el abad Gordillo la menciona en la capilla de Nuestra Señora de la Encarnación de Triana, de la que pasó a la iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria y San Jacinto, donde se hallaba en 1688.

Desde 1758 la hermandad conoce una  etapa de auge pero la epidemia de fiebre de 1800 hizo sensible mella causando bajas en sus filas y reduciendo notablemente el número de sus cofrades. El año 1808 se señalaría como la última estación de penitencia realizada desde el Convento de la Victoria que le sirvió de sede durante doscientos cuarenta y nueve años. En aquel entonces ya estaban integrados en las hermandades el gremio de alfareros a pesar de la ley prohibitiva de todo carácter gremial en las hermandades a partir de 1783.







Tres pasos

Después de la fusión, la cofradía hacía estación de penitencia a la parroquia de Santa Ana con tres pasos. En el primero se representaba la alegoría del triunfo de la Santa Cruz. En el segundo paso Jesús, desnudo y sentado sobre una peña, esperaba la crucifixión en actitud de oración. La cruz iba en medio tendida y dos judíos preparaban lo necesario para dicho acto, mostrándose en el suelo la túnica y el vaso de mirra. El  el tercer paso figuraba la Santísima Virgen, ostentando en su mano la reliquia del Santo Lignum Crucis que de antiguo poseía la hermandad.






Entre 1899 y 1907, la Hermandad de la Estrella sacó un misterio que estaba formado por diferentes figuras de sayones y judíos que, al parecer, pertenecían a la Hermandad de la Cena, y que eran cedidos por el párroco de Omnium Sanctorum.  De las cuatro figuras secundarias que aparecen en la fotografía, dos procederían del paso de la Humildad y Paciencia y habían sido estrenadas en 1881 y las otras del misterio de la Sagrada Cena tallado por Manuel Pérez Gisbert en 1897, siendo todas devueltas a la Cena tras un pleito entre ambas Corporaciones. Allí perecieron en el incendio de  1936.

Tras dejar de procesionar en 1908, dejarían sólo al Señor de las Penas hasta la ejecución del actual misterio en 1952.

El paso neogótico en el que aparece el misterio es el que sacó esta trianera Hermandad entre 1899 y 1940, y fue tallado por Salvador Domínguez Gordillo para la Hermandad del Calvario.











Ntro. Padre Jesús de la Penas en San Jacinto a principios del S. XX. Iba solo, con potencias y sobre las andas de estilo neogótico realizadas en 1895 para la Hdad del Calvario, cedidas a la de la Estrella entre 1900 y 1908, cuando finalmente son adquiridas.
El Señor procesionaría en ellas hasta 1940 siendo vendidas a la Hdad de la Vera Cruz de la Algaba y posteriormente al Santo Entierro de Alcalá de Guadaira para el paso del Triunfo de la Santa Cruz.







Hermandad Santo Entierro de Alcalá de Guadaira, paso del Triunfo de la Santa Cruz.








Señor de la Penas por el puente, con su antiguo paso neogótico. Obsérvese las túnicas de los nazarenos y la cercanía, al fondo, del paso de palio.










En su paso aún sin dorar y en solitario, vemos al Señor de las Penas en la tarde del Domingo de Ramos de 1944.





El Domingo de Ramos de 1942, el Señor de la Penas de Triana estrenaba este magnífico paso que venía a sustituir al de estilo gótico.

La talla fue realizada por José García Roldán, tallista que ya había destacado en sus trabajos realizados con anterioridad para las Cofradías sevillanas, como los respiraderos de los pasos de la Exaltación y Sentencia, y que contaba con un discípulo aventajado llamado Manuel Guzmán Bejarano.

La talla de las cartelas, Evangelistas y de los Querubines y Ángeles que revolotean por la canastilla se debe a José Rivera y el dorado se realizó en los talleres de Herrera y Feria.

Fotografía extraída de un popular coleccionable cuaresmal, está tomada en uno de los últimos años en que el Señor de las Penas fue portado en dichas andas, pues el paso se encuentra en calle que comunica la Calle Castilla con el Paseo de Ntra Sra. de la O, y que años después sería rotulada con el nombre de Párroco Pedro Ramos Lagares. Este inusual recorrido fue el utilizado por esta corporación trianera durante los años en que el Puente de Triana era reformado, entre 1975 y 1977.











Con el estreno en 1980 del paso actual, fue vendido a la hermandad de Ntra. Sra. del Rosario, de Jerez de los Caballeros, donde en la actualidad sigue portando al popular Misterio de "La Burriquita" cada Domingo de Ramos.









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El templo dominicano

Llegamos a la invasión francesa cuando la forzada ocupación de los conventos por las tropas dio un golpe mortal a las cofradías que conoció la destrucción parcial y lenta del famoso monasterio y aún dentro de la iglesia, la ruina de su propia capilla de la que se ha hecho mención. La reducción del convento y el periodo liberal hicieron que llegara casi a la extinción en 1835 en que obligada por la exclaustración ordenada por la desamortización de Mendizábal hubo de trasladarse de nuevo, en esta ocasión, al convento de San Jacinto, exclaustrado y abandonado por la orden dominica ese mismo año. Las imágenes fueron situadas en los altares del crucero.

Restaurado el templo de San Jacinto y abierto de nuevo al culto en 1878, se logra resurgir la antigua devoción a los titulares. La hermandad no contaba más que con las imágenes habiendo perdido todo su patrimonio por lo que procedió a preparar durante once años todos los útiles procesionales. La cofradía salió el miércoles santo de 1891 merced a la iniciativa de varios jóvenes bajo la dirección del sacerdote y capellán de San Jacinto, Padre Eusebio Ortega, estrenando pasos, ropas e insignias bordadas en oro. Se procedió a la redacción de nuevas reglas, copiadas y reformadas de las de 1674, extraviadas en ocho de sus capítulos, cuyas constituciones fueron aprobadas en 1891 por el arzobispo de Sevilla, Benedicto Sanz y Forés. Desde aquella época de 1891, la cofradía continuó realzando su estación de penitencia ininterrumpidamente desde el convento de San Jacinto en la tarde del domingo de ramos, siendo la única que la efectuara en 1932,el jueves santo, sufriendo varios atentados en su recorrido que por fortuna no afectaron a las imágenes titulares.



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En 1960 se conmemoró el IV Centenario de su fundación con solemnes cultos y procesión de María Santísima de la Estrella bajo palio por el barrio. Al poco, la hermandad adquirió un inmueble en la calle San Jacinto para labrar su casa hermandad que fue bendecida en 1963 por el cardenal Bueno Monreal, fecha en que se constituía oficialmente su Bolsa de Caridad. 


La Virgen de la Estrella saliendo de San Jacinto. Domingo de Ramos de 1963. 




A la  solicitud de la hermandad que acuerda que acuerda trasformar en capilla su casa y por decreto dado en 1973 por el cardenal Bueno Monreal, se autorizó la adaptación del inmueble a capilla erigiéndose en sede de la corporación.

Bendecida la nueva Capilla el Sábado de Pasión de 1976, ese domingo de ramos salió del convento de San Jacinto para entrar en su nueva capilla. Entre junio de 1988 y la cuaresma del año siguiente, la hermandad procedió a la reforma y ampliación tanto de la capilla como de su casa, Durante este tiempo las imágenes estuvieron ubicadas en la capilla sacramental de la parroquia de Santa.

Actualmente se encuentra de nuevo en reformas, en proceso de ampliar la capilla y las imágenes de nuevo se trasladan a San Jacinto, esperando regresar a su nueva capilla a finales del 2020, principio de 2021.




La “Gran Pasión

La imagen de Nuestro Padre Jesús de las Penas representa el momento anterior a la crucifixión sentado sobre una roca, con las manos unidas en oración y mirando al cielo.




 Está realizada en madera de cedro y posteriormente policromada. La composición deriva de la estampa grabada por Alberto Durero par el frontispicio de la “Gran Pasión”.



Grabado de Alberto Durero, Frontispicio de la "Gran Pasión"
















Penas y Estrella

La información disponible sobre la imagen de Jesús de las Penas es precisa. La última restauración de la talla, finalizada a principios de febrero de 1997 y realizada por Raimundo Cruz Solís, Isabel Poza Villacañas y Joaquín Cruz Solís en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, daba a conocer un documento alojado en el interior de la peana donde se mencionaba la autoría de José de Arce, datándola en 1655. El documento recoge que  “En la ciudad de Sevilla Año demill y feiscientos y cincuenta y cinco; gouernando la silla Apoftolica nueftro muy Santo Padre Alexandro feptimo defte nombre, y afimismo, Reynando en efpaña nueftro catholico Monarcha Philipo quarto de efte nombre; hizo efte Sancritsimo Christo d las penas, Joseph de Arze, de nación Flamenco parauna cofradía deltitulo delas penas de Chrisfto nuestro Señor; y triunpho dela Cruz, que Iafundo en Triana Diego Granado y Mosquera elaño de 1644”.




La imagen ha procesionado a lo largo de la historia tanto sola como acompañada de un misterio. El misterio actual se estrenó en 1952 y vino a terminar con cuarenta y cuatro años en los que Jesús de las Penas iba solo en el paso tras la supresión del antiguo misterio. Se compone de dos sayones que preparan e agujero para colocar la cruz y un centurión romano obra las tres de Antonio Castillo Lastrucci.

Los libros de actas de la hermandad recogen varias restauraciones anteriores a la que efectuaron los hermanos Cruz Solís. En 1977 la talla fue intervenida por Francisco Peláez y en 1982 por el escultor gaditano Luis Ortega Brú, a quien sorprendió la muerte mientras realizaba este trabajo que concluyó Manuel Calvo.

 En 2005, a la celebración de las efemérides del CCCL aniversario de la imagen de Nuestro Padre Jesús de las Penas se unió la designación por parte del Consejo de Cofradías para que el Señor de las Penas presidiera el Vía Crucis ese año.




El Señor de las Penas en su paso por el abarrotado Puente de Triana cuando presidió el Vía Crucis del Conseejo de Cofradíias en la Cuaresma de 2005





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La Virgen de la Estrella, imagen no documentada, ha sido atribuida tradicionalmente al escultor Juan Martínez Montañés. Bermejo recogía ya en el siglo XIX esta adscripción y agregaba que es “de las más hermosa de esta ciudad y en lo antiguo tuvo tanta fama y celebridad que hubo empeño en poseerla, asegurándose como tradición que una noche trataron de robarla”. La misma opción observa el profesor Hernández Díaz, quien en la monografía consagrada al gran imaginero andaluz, anota: “Difíciles son siempre de clasificar la Dolorosas, ya que sólo poseen talladas las mascarilla y las manos, siendo el resto un maniquí para vestir, además el continuo trajín del cambio de indumentaria y las preparaciones procesionales, erosionan o alteran más o menos dichos elementos, con la necesidad frecuenta de restauraciones. De antiguo viene atribuida a Montañés y yo entiendo que puede adjudicársele por el sentido letífico de su dolor y la belleza de su expresión, sólo alcanzable por el gran maestro”. Pero en los últimos estudios realizado sobre la autoría de  la Virgen, indica que hay una gran posibilidad que fuera realizada por la Roldana.




No cabe duda de que es ésta una de las imágenes dolorosa de la Virgen más admiradas de Sevilla, por su innegable calidad artística. Destaca su belleza, contemplada tanto de frente como de perfil, y sus manos quizás sean las más “elocuentes” de todas las vírgenes de sevillanas. Realizada en madera de cedro, presenta el rostro levemente inclinado hacia la derecha. Sus ojos son de cristal con la vista hacia abajo. Su boca entreabierta, en estética congoja, permite ver la talla de los dientes.




Virgen de la Estrella en su paso a finales de siglo XIX con el palio anterior al de Ojeda que adquirió a la Hermandad de la Macarena.











Antigua estampa de la Virgen de la Estrella, posiblemente fechada a comienzos del pasado siglo XX, durante su estancia en la Iglesia de San Jacinto.

Destacar el curioso ajuar, presentando en el mismo innumerables joyas, algo muy típico de la época.





La Virgen de la Estrella ataviada de luto por la muerte del torero Gitanillo de Triana en 1931.






Vía Crucis del Año de la Fe



El Vía Crucis del Año de la Fe de Sevilla fue organizado para su celebración el 17 de febrero de 2013 en el entorno de la Santa Iglesia Catedral. Su desarrollo tenía como referencia el Vía Crucis de las Jornada Mundiales de la Juventud de Madrid y aunque fue convocado por la propia Archidiócesis, su organización corrió a cargo por el Consejo General de Hermandades y Cofradías de la ciudad.

Se designaron dieciséis hermandades que irian en su paso procesional y no en andas como es habitual y que representarían al Vía Crucis de Juan Pablo II, que fueron: las hermandades de Montesión, Redención, San Gonzalo, el Carmen, Torreblanca, San Esteban, los Gitanos, Pasión, el Gran Poder, la Estrella, Montserrat, las Siete Palabras, el Cachorro y el Santos Entierro, junto con la Cruz de Guía de la Hemandad del Silencio y el Lignum Crucis de la Hermandad de la Vera Cruz.

Las adversas condiciones meteorológicas y las previsiones existentes frustraron la celebración de este Vía Crucis del Año de la Fe en Sevilla tal y como estaba previsto, ya que al final por la no salida de los diferentes pasos, se desarrolló en el interior de la Catedral con catorce cruces de la hermandad de Santa Cruz, que representaron a los diferentes misterios.


Paso del Señor de las Penas en su capilla sin poder acudir al Vía Crucis de la Fe, 2013 por motivos metereológicos.







Corona de oro

Fecha importantísima que se reseña con letras de oro en la historia de la hermandad fue la del 31 de octubre de 1999 en el arzobispado Carlos Amigo coronó canónicamente a María Santísima de la Estrella, el acto tuvo lugar en la catedral y sirvió como colofón a un congreso internacional de hermandades y cofradías.




Corona obra de Jesús Domínguez












Altar de la Coronación de María Santísima de la Estrella, celebrada en la Catedral de Sevilla.






Túnica para procesionar

En el paso de Cristo los nazarenos llevan túnica y capa de lienzo blanco con antifaz y cíngulo de terciopelo morado, así como los botones del mismo color. 

En el paso de Virgen solo cambian el antifaz, cíngulo y botonadura que, en vez de ser morados, son de terciopelo azul.

Todos los nazarenos deben llevar calcetines blancos con zapatos negros, o en su defecto solo calcetines o descalzo.

Los nazarenos portan cera de color blanca salvo en los últimos tramos del Señor de las Penas que es cera morada y en el cortejo de la Virgen de la Estrella es de color azulado.







El Detalle



Gloria de palio de la Estrella. Bordado en sedas de colores por Juan Manuel Rodríguez Ojeda, 1910.

Cuando Juan Manuel Rodríguez Ojeda vende el palio del que dos años antes le había realizado, a la Hermandad de la Macarena como parte del pago del que dos años antes le había realizado, a la Hermandad de la Estrella, le adapta éste a la corporación trianera, bordándole su escudo en las bambalinas frontal y trasera y realizando una nueva gloria. En este caso, elige un motivo que por primera vez vemos representado en nuestras hermandades: Santa Justa y Rufina.









Gloria del palio de la Estrella. Bordado en sedas de colores y marfil tallado por Fernández y Enríquez, diseño de Antonio Garduño Navas, 1996.

El nuevo palio de la Estrella optó por conservar la iconografía de la gloria.









El manto de salida de la Virgen de la Estrella fue realizada en 1872 por Consolación Sánchez para María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso, estrenándose en 1873 por la dolorosa de la Hermandad del Gran Poder. El manto, de grandes dimensiones, está bordado en oro sobre terciopelo azul noche, debiéndose su diseño a Edmigio Serrano Dávila. La Hermandad de la Estrella lo adquirió en 1908.

Ha sido restaurado en dos ocasiones: en 1930, por el taller de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, llevando a cabo la misma su hermana Josefa, y en 1991 por el taller de Fernández y Enríquez de Brenes.









Relicario del Lignum Crucis. Hermandad de la Estrella. Oro fundido por Fernando Marmolejo Camargo, 1959.

Singular es la representación de la "turris fortissima" presente en este relicario, flanqueada por las Santas Justa y Fufina. 









Llamador de paso de palio de la Estrella. Plata fundida de Juan Borrero, 1977.

En el extremo derecho del puente de Isabel II, visto desde el norte, se representa la capillita, en proporciones mayores a la realidad.









Respiradero del paso de Virgen de la Estrella. Metal fundido de Jesús Domínguez, 1957.

La ejecución de esta pieza está inspirada en un edificio de la calle  Reyes Católicos, utilizando los atlantes que
sostienen el balcón principal de la misma.












El llamador del paso del Cristo de las Penas, regalado por sus costaleros en 2006. Representa a Santas Justa y Rufina con la Giralda detrás.




  Libro de Reglas,1998, Hermanos Delgado, restaurado en el taller del orfebre Ramón León, 2022.
Sus tapas de terciopelo azul con apliques de plata sobredorada, presenta en el centro el escudo corporativo, enmarcado  por una estrella de seis puntas. En cada vértice hay un aplique decorado con motivos de la Pasión de Cristo.



En el interior del Libro de Reglas aparecen las reglas de nuestra corporación escritas y en la parte central dos pinturas de nuestros Titulares, originales de Francisco García Anillo.




El Domingo de Ramos el Libro de Reglas es acompañado por una pértiga de alpaca plateada, cincelada con motivos vegetales y rematada por una especie de capitel sobre el que descansa una estrella.











    






Ciriales del paso de Nuestro Padree Jesús de las Penas, 2018. Proyectados por Sergio Cornejo Ortiz, han sido ejecutados en plata de ley por el taller de Ramón León y cuentan con minuaturas en madera policromada y estofada realizadas por Encarnación Hurtado.



Monseñor Asenjo Pelegrina dona a Mª Santísima de la Estrella la cruz pectoral que le regalase la Hermandad con motivo de nuestro 450 aniversario fundacional en el 2022. 











La Virgen estrenó en su besamanos del 2023 una pulsera barbada con medallas de oro (de relicario), donada por una familia de la corporación.








Potencias del Triunfo de la Santa Cruz (Jesús Domínguez, 1954), dorado en el taller del orfebre Ramón León en 2022.




Jarras recuperadas en el 2023 y que procesionaron junto a María Santísima de la Estrella en 1932, restauradas por el taller del orfebre Ramón León. 








Escucha algunas de las marchas dedicada a los titulares de la hermandad.

Virgen de la Estrella (Pedro Gámez Laserna)

Jesús de las Penas, una oración (J. Manuel Bernal Montero)


La Estrella de Triana  (Fulgencio Morón Ródenas)




Estrella  (Manuel Marvizón Carvallo)



 Y Tu Estrella    (Bienvenido Puelles)


Pasa la Estrella  (José Ramón Pérez Soto)


   Penas de Triana  (Antonio Velasco)

Triana llora tus Penas  (Bienvenido Puelles)


Orando al cielo de Triana  (Vicente Moreno Albadalejo)


Una Estrella pa tu Corona  (Francisco Javier Navarro)


Sagrada Corona  (David López Ramos y Manuel Flores González)

Estrella  (Vicente Moreno Albadalejo y Miguel Ángel Font Morgado)


Así reza Triana  (Joaquín Eligió & José Barrera) 






Video de Banian



Video de Esperanza y Pasión














Bibliografía

Enciclopedia de la Semana Santa de Sevilla del El correo de Andalucía
Historia de las cofradías de Sevilla del ABC
Sevilla en sus cofradías de Rafael Jiménez Sampedro
El poder de las imágenes, iconografía de la Semana Santa de Sevilla, del Diario de Sevilla 
http://www.hermandad-estrella.org
https://cuestiondecofradias.blogspot.com




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