Historia de las Hermandades de Sevilla: Las Siete Palabras



Real e Ilustre Hermandad Sacramental de Nuestra Señora del Rosario, Animas Benditas del Purgatorio y Primitiva Archicofradía del Sagrado Corazón y Clavos de Jesús, Nuestro Padre Jesús de la Divina Misericordia, Santísimo Cristo de las Siete Palabras, María Santísima de los Remedios, Nuestra Señora de la Cabeza y San Juan Evangelista.









Varias fusiones

La fusión de varias hermandades trajo como consecuencia la actual configuración de la hermandad de las Siete Palabras. Hagamos una breve referencia cronológica en cuanto se fueron añadiendo unas a otras. La primera fusión se produjo en 1629 e intervinieron en ella por una parte la hermandad de Nuestra Señora de la Cabeza, fundada en 1561 en el Convento Casa Grande de la Merced con el objetivo de propagar la devoción hacia la Virgen de misma advocación de Sierra Morena, y por otra parte la hermandad de Nuestra Señora de los Remedios de la que se tienen datos sobre su actividad en 1595 bajo el título de “Cofradía de los Sagrados Clavos de Nuestro Señor Jesucristo, Nuestra Señora de los Remedios y San Juan Evangelista”. Precisamente, esta advocación de San Juan Evangelista es la que atrajo al gremio de impresores que tenía ya una corporación dedicada al apóstol y que se une a la hermandad en 1677.

La última fusión fue en 1966 con la hermandad del “Santísimo Sacramento, Ánimas Benditas, Cristo Crucificado y Nuestra Señora del Rosario”, que a su vez proveía de otras tres hermandades: la del “Santísimo Sacramento” que había sido erigida en 1511, “la de las Ánimas Benditas” que lo hizo en 1564, y la del “Cristo Crucificado y Nuestra Señora del Rosario” que nació en 1672. Las dos primeras hermandades se fusionaron en 1766 mientras que la tercera lo hacía en 1947.

Fue a finales del siglo XVIII cuando el Consejo de Castilla aprobada unas reglas donde se recogía los títulos fusionados de Nuestra Señora de la Cabeza, San Juan Evangelista y Sagrado Corazón de Jesús y la de los Sagrados Clavos, Siete Palabras y Nuestra Señora de los Remedios. De los fines que este ordenamiento indicaba estaba el culto al Sagrado Corazón de Jesús y a la Virgen bajo la advocación tan querida en Sierra Morena. Una de las disposiciones hacía referencia a que la estación de penitencia se realizaría con dos pasos, uno de ellos representando el Corazón de Jesús y, en otro, el Crucificado de las Siete Palabras con la Virgen y el discípulo amado “siempre y cuando se pudiera organizar una comitiva de la menos setenta y dos nazarenos como símbolo y recuerdo de las disciplinas que se infringieron al Señor”. Diez años después, la corporación que residía en el convento carmelita, al ver cerrada su sede por disposición del gobierno invasor francés, se traslada hasta la cercana parroquia de San Vicente volviendo a su sede primitiva en 1818 para lo que colocaron en la capilla de la hermandad la imagen de un Crucificado de pasta de madera que hasta entonces ocupaba lugar en la sacristía conventual.



Antiguo Cristo de las Siete Palabras, imagen de papelón. Tras su sustitución por la imagen actual, el antiguo crucificado permaneció en la hermandad hasta que, finalizada la guerra civil, fue cedido a la parroquia de San 
Pedro, de Cartaya, para paliar los efectos de la destrucción de imágenes que sufrió dicha localidad onubense.









Bermejo, Hermano Mayor

Tras la desamortización propugnada por Mendizábal en 1835, se cerró el convento. La hermandad, que comenzaba a sentir síntomas de decaimiento, recibe una curiosa solicitud que podría suponer la apertura del recinto conventual al menos en lo que a su posibilidad de salida a la calle se refería. Si bien el convento estaba cerrado, la persona que había quedado al servicio de la Capilla Mayor, Fray Francisco Sánchez, se dirigió a la hermandad con el fin de que ésta autorizara la apertura de una puerta desde la Capilla Mayor hasta la que usaba la cofradía y así poder salir al exterior como única posibilidad de que esta parte del convento pudiera mantenerse al culto. La hermandad accedió al deseo del fraile por lo que quedaba abierta la capilla del antiguo convento carmelita a través de las dependencias sagradas de la corporación que nos ocupa.

Como decimos, la hermandad había decaído bastante en su actividad hasta que en 1858 llega al cargo de hermano mayor el historiador y cronista de las cofradías José Bermejo y Carballo. Seis años después se volvía a procesionar haciéndolo en la tarde del miércoles santo llevando un solo paso en el que se podía contemplar la imagen del crucificado, que había sido restaurado al poco de la reorganización, San Juan Evangelista y una Dolorosa que había sido llevada desde la iglesia de San Vicente y que pertenecía a la Esclavitud Servita de la parroquia y que no era otra que la imagen que en la actualidad es titular de la cofradía de Jesús de las Penas que reside en San Vicente. El misterio se completó con el conjunto de las Santas Mujeres para poder así representar la escena de Jesús pronunciando las palabras desde la cruz.







Al año siguiente volvía a realizar su salida a la calle estrenando andas y variando la disposición del misterio pues sobre la canastilla figuraban las nuevas imágenes como eran las de la Dolorosa y de las Santas Mujeres, María Salomé y María Cleofás que habían sido encargadas a Manuel Gutiérrez Cano. Al parecer, el escultor no cobró nada por la ejecución de estas imágenes ni por la de María Magdalena que sería estrenada en la procesión del año siguiente, 1866.



Paso de misterio de las siete palabras en la década de los años veinte, en la plaza del Museo. Va sobre el paso estrenado en 1865, que dejó de salir y recuperó en 1923, aun sin los respiraderos, que estrenaría en 1930.







La llegada de 1868 supuso el cierre definitivo de su capilla del Carmen por lo que la hermandad hubo de trasladar imágenes y enseres hasta la Parroquia de San Vicente ocupando la capilla que había dejado libre la hermandad de la Cena al marcharse ésta a Omnium Sanctorum ocupando después la de la Virgen de los Remedios. La hermandad gozaría también de la cesión por parte de la autoridad eclesiástica, tras las gestiones de Bermejo, de un altar que hasta entonces había estado instalado en la parroquia de San Lorenzo y anteriormente en San Miguel así como el altar que había presidido la capilla del abandonado Convento del Carmen donde había residido la hermandad.



Anónimo.

Altar con misterio de la Hermandad de las Siete Palabras.
Parroquia de San Vicente.








Quinario del Cristo de la Siete Palabras en 1909.
Dosel tallado por Manuel Gutiérrez Reyes.
Gradas, cartelas del paso que tuvo hasta 1881.
En esa Semana Santa, la corporación efectuó estación de penitencia a las 12 horas del Viernes Santo por la lluvia.








Sagrado Corazón

En 1878, la cofradía recibía del escultor Emilio Pizarro las imágenes que habrían de configurar la alegoría del Sagrado Corazón compuesto por la de Jesús de pie en el centro con el pecho abierto y la mirada levantada al cielo como entregando al Padre la obra de la Redención. Aparecían dos ángeles mancebos de tamaño natural representando la Misericordia y la Justicia precedidos de las tallas de Moisés, Abrahán, Isaías y David. Aunque el misterio fue concluido, entregado e incluso preparadas unas andas, esta corporación jamás salió procesionalmente pues el paso fue adaptado en 1881 para el misterio de las Siete Palabras.



Boceto realizado por la sevillana Rocío Sáez Millán para dar una idea de cómo seria aquel misterio alegórico.











El imaginero y hermano de la cofradía Emilio Pizarro Cruz seria el encargado de realizar la imagen del Señor en 1891 y a la sazón de todo el conjunto escultórico. La imagen del Cristo seria especial porque presentaría notables diferencias ante la más acostumbrada iconografía con la que presenta esta alegoría de Nuestro Señor Jesucristo tales como ser imagen de vestir lo que nos puede retrotraer a la imagen de un Cristo en el misterio de la ultima cena aunque el típico corazón fuese tallado en su pecho, obviamente descubierto. 








Ese año, la hermandad consiguió en depósito una imagen de Jesús crucificado uniéndose al resto de las imágenes que habían sido instaladas en un nuevo lugar en la parroquia pues por parte del párroco se facilitó a la hermandad una capilla en la nave del evangelio llamada de Nuestra Señora de los Remedios y que había sido adornada con pinturas de Francisco Villegas Marmolejo.



El misterio de las Siete Palabras a principio del siglo pasado sobre el paso que en su día se hizo para el pasaje alegórico del Sagrado Corazón (que nunca llegó a procesionar) y que hoy en día posee el Cristo del Buen Fin.











Cristo de las Siete Palabras en el año 1900 en la iglesia de San Vicente. Vemos la canastilla actual realizada por Ricardo Reguera en 1881 según diseño de Joaquín Díaz, sin los ángeles de las esquinas de 1923 ni los respiraderos de 1931









Pasan los Campanilleros

Una de las composiciones musicales más queridas por los sevillanos es la marcha “Pasan los Campanilleros” compuesta por Manuel López Farfán en 1924 y dedicada a esta hermandad del miércoles santo. La marcha fue interpretada por primera vez tras el paso de la Virgen del Socorro de la hermandad del Amor por la banda del Regimiento Soria a la que acompañó un coro de campanilleros.

El capitán del Regimiento de Soria Antonio Olmedo había compuesto una letra para “Pasan los Campanilleros” que dice: “En la cima del Monte Calvario orlada de nubes, brillaba una Cruz, y a sus pies, con el santo sudario, esperaba María un rayo de clara luz, que luz era su Hijo Jesús, luz radiante que alumbró cielos y tierras y esparció en sus ascuas amor, caridad y virtud.”

Hecho significativo de la historia de la hermandad fue que en 1977, por primera vez en su historia, procesionara la cofradía el miércoles santo con tres pasos pues a los tradicionales de misterio y del paso de palio se unía el del Nazareno de la Divina Misericordia. En aquella ocasión las andas se colocaron en segundo lugar pues carecía prácticamente de nazarenos que para la ocasión vestían túnica completamente morada.












Años después, el paso fue colocado en primer lugar vistiendo los nazarenos las tradicionales túnicas blancas con escapulario carmesí.

Desde entonces el cortejo procesional se compone de tres pasos. Abre pues la comitiva la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Divina Misericordia, obra de Felipe de Rivas, ejecutada en 1641 y que “camina” sobre unas andas barrocas con águilas bicéfalas en las esquinas realizado todo en plata por el taller de Viuda de Villareal. Este paso fue restaurado entre 1977 y 1987 y en él se pueden apreciar cartelas en el canasto y ángeles en madera de Rafael Barbero Medina, y ángeles tenantes de la cruz, realizados por Salvador Madroñal Valle en 1997. Los faroles son de cobre plateado salidos del taller de Antonio Sandarán Arqués, según diseño de Virgilio Mattoni, realizados en 1913 y que pertenecieron a la hermandad del Silencio. Como curiosidad, el año de la primera salida procesional de estas andas, al no disponer todavía de los faroles, hubieron de acoplarse cuatro faroles de guardabrisa cedidos por la hermandad de Nuestra Señora del Rocío de la localidad de Gibraleón.


En 1977 Ortega Brú talló un nuevo cuerpo al Señor de la Divina Misericordia, acentuándole la zancada.









En 1977 se incorporó un nuevo paso, el del Nazareno de la Divina Misericordia. En la imagen aparece el paso, con candelabros y sin acabar, dispuesto para la primera salida.








El segundo de los pasos es sobre el que se levanta el bellísimo y romántico misterio de las Siete Palabras. En él vemos la figura del Santísimo Cristo de las Siete Palabras, imagen documentada como obra de Felipe Martínez, en 1682, al que acompaña María Santísima de los Remedios, realizada en 1865 por Manuel Gutiérrez Cano; San Juan Evangelista, realizado por José Sánchez 1864, y las tres Marías. 



María Santísima de los Remedios, realizada en 1865 por Manuel Gutiérrez Cano










El paso es de estilo barroco y se estrenó en la Semana Santa de 1865, año en el que aparecía con líneas rectas y cartelas en sus esquinas y en el centro de los costeros, obra de Ricardo Reguera y Joaquín Díaz. Los respiraderos fueron realizados y acoplados por Francisco Vélez Bracho en 1931. 




Misterio de las Siete Palabras en una noche del Miércoles Santo sobre el año 1950.




En 1965 fue restaurado y modificado dándosele más altura al canasto colocándosele un perfil semejando hojarasca y sustituyendo las maniguetas doradas por otras de caoba. Los trabajos corrieron a cargo de Antonio Martín Fernández, en la parte de madera, y Manuel Peralta, en el dorado. Las imágenes que contemplan el cuerpo de Jesús visten ropajes bordados entre los que destaca el manto de la Virgen de los Remedios obra comenzada a bordar por Celestino Rodés en 1868 y 1870 y que concluyeron las hermanas Antúnez en 1877.































En el tercero de los pasos, el paso de palio, se puede contemplar la talla de Nuestra Señora de la Cabeza que procede de la transformación de uno de los ángeles que para el paso alegórico del Sagrado Corazón de Jesús había realizado Emilio Pizarro en 1901. La conversión de este ángel en dolorosa fue realizada por Manuel Escamilla en 1956. 



En 1958 se incorporó el paso de palio con la Virgen de la Cabeza, cuya bendición fue cargo del cardenal Bueno Monreal.






Como curiosidad, el paso mantiene el palio de plata de ley realizado por Manuel Villareal en 1965 si bien se cambiaron las bambalinas también en plata por otras confeccionadas en terciopelo burdeos realizadas por Fernández y Enríquez entre 1997 y 2001. 



Palio de plata de Ntra Sra de la Cabeza. Estrenado entre 1965 y 1966 tanto el techo de plata como las bambalinas, realizado todo en el taller de Villareal. Las usó hasta 1996 que fueron sustituidas por unas bordadas por Fernández y Enríquez.
Estas caídas de plata acabaron siendo robadas en la casa Hermandad. El techo de palio se utiliza en la actualidad como dosel de Ntro. Padre Jesús de la Divina Misericordia.





El paso se completa con orfebrería del mismo Villareal en los varales, respiraderos, peana, jarras y candelabros de cola realizado todo entre 1958 y 1962. La candelería salió del taller de Ramos mientras que el manto, burdeos bordado en oro, fue ejecutado por Manuel María Ariza en 1863.












Traslado por obras

El 11 de diciembre de 1994, al cerrarse la parroquia de San Vicente por obras, la hermandad trasladó sus imágenes a la capilla del Dulce Nombre de Jesús, residencia de la hermandad de la Vera-Cruz. La vuelta a la parroquia fue en 2001. Durante esos años, la estación de penitencia se efectuaba desde la iglesia de la Misericordia.




El misterio de las Siete Palabras saliendo de la Iglesia de la Misericordia en su último exilio por obras en San Vicente. Desde allí solo salía la cofradía. Su sede era la Capilla del Dulce Nombre de Jesús (Vera+Cruz).












Dos intentos de sustitución de la actual dolorosa de Nuestra Señora de la Cabeza




La actual Virgen de la Cabeza, que procede de un ángel del antiguo misterio del Sagrado Corazón de Jesús de las Siete Palabras, retallado por Manuel Escamilla en 1956, ha vivido un cambio de palio y varios relevos en sus vestidores.



Virgen de la Cabeza, Hdad Siete Palabras





José Antonio Navarro Arteaga en 2002 realizó una dolorosa por encargo de hermanos de la cofradía de San Vicente para, llegado el caso, plantearla como la nueva virgen de la cofradía. La opción no se llegó ni a contemplar ya que la única propuesta en el cabildo de aquel año fue la dolorosa de Miñarro. Actualmente, esa talla de Arteaga es la Virgen del Reposo que se venera en la Parroquia de la barriada de la Corza.  







Virgen del Reposo de Navarro Arteaga






Las Siete Palabras, en el 2021, tuvo de nuevo sobre su mesa el debate de cambio de dolorosa, hecho que ya sucedió en 2002 pero no fructificó. Julio Balcázar era el hermano mayor en aquella etapa, siendo la propia junta la que propuso esta idea por una talla de Juan Manuel Miñarro, que actualmente recibe el nombre de Virgen del Amor. Aquel cabildo fue perdido por un voto nulo, 95 a favor y 141 en contra del cambio.


Finalmente el pasado 12 junio 2021 se celebró el cabildo extraordinario, para la propuesta de la sustitución de la imagen de Nuestra Señora de la Cabeza Dolorosa. Finalmente la propuesta se denegó al salir 136 votos a favor; 158 votos en contra; 6 en blanco y 1 nulo.









Virgen del Amor de Manuel Miñarro




Vía Crucis del Año de la Fe



El Vía Crucis del Año de la Fe de Sevilla fue organizado para su celebración el 17 de febrero de 2013 en el entorno de la Santa Iglesia Catedral. Su desarrollo tenía como referencia el Vía Crucis de las Jornada Mundiales de la Juventud de Madrid y aunque fue convocado por la propia Archidiócesis, su organización corrió a cargo por el Consejo General de Hermandades y Cofradías de la ciudad.

Se designaron dieciséis hermandades que irian en su paso procesional y no en andas como es habitual y que representarían al Vía Crucis de Juan Pablo II, que fueron: las hermandades de Montesión, Redención, San Gonzalo, el Carmen, Torreblanca, San Esteban, los Gitanos, Pasión, el Gran Poder, la Estrella, Montserrat, las Siete Palabras, el Cachorro y el Santos Entierro, junto con la Cruz de Guía de la Hemandad del Silencio y el Lignum Crucis de la Hermandad de la Vera Cruz.

Las adversas condiciones meteorológicas y las previsiones existentes frustraron la celebración de este Vía Crucis del Año de la Fe en Sevilla tal y como estaba previsto, ya que al final por la no salida de los diferentes pasos, se desarrolló en el interior de la Catedral con catorce cruces de la hermandad de Santa Cruz, que representaron a los diferentes misterios.






Túnica de procesión

Es la túnica mas antigua que procesiona en la semana santa, más de cuatro siglos.

La actual es de sarga blanca, de cola, con antifaz alto, escapulario carmesí que debe bajar de la altura de las rodillas, cíngulo amarillo anudado en el lado izquierdo, escudo bordado sobre el antifaz a la altura del pecho y botonadura en puños de color carmesí, complementándose con guantes blancos, zapatos negros, con calcetines blancos.







El detalle 




LLamador del paso del Señor de la Misericordia. Plata fundida, obra Viuda de M. Villarreal, 1977.








Antiguo techo de palio realizado en plata de ley por Viuda de M. Villarreal, 1966








En el paso del Señor de la Misericordia, se pueden ver estos ángeles tenantes de la cruz, realizados por Salvador Madroñal Valle en 1997. 










Manto de terciopelo burdeos bordado en oro a realce, de Manuel María Ariza 1863.

Confeccionado para la Virgen del Rosario, lo utilizan tanto ésta como Ntra. Sra. de la Cabeza en su salidas procesionales.




Bambalina del palio, obra de Jesús Rosado, 2024, realizado en terciopelo burdeos bordado en oro.









Escucha algunas de las marchas dedicada a los titulares de la hermandad.


- “Pasan los campanilleros” (1924) de Manuel López Farfán.



- “Cristo de Las Siete Palabras” (1955), de Antonio Pantión Pérez.



- “María Santísima de la Cabeza” (1973), de Antonio Pantión Pérez.



- “Virgen de la Cabeza” (1991), de Pedro Morales Muñoz.



- “María Santísima de los Remedios” (2007), de Fco. Javier Alonso Delgado.



- “Misericordia en tus Palabras” de Fco. José Martínez Pérez (1995). 



- ”Siete palabras de nuestro señor” (2001), Isaac Gómez y Jorge Águila.



- “Septem Verba Christi” (2007), de Manuel Alejandro González. 



- “Misericordia de tus Palabras” (2012), de Francisco Moraza Cienfuegos.




- “Jesús de la Divina Misericordia”, de Jesús Gómez Rodríguez y Juan Manuel Martínez Lara (1998).











Video de Cinturón de Esparto 
Bibliografía

Enciclopedia de la Semana Santa de Sevilla del El correo de Andalucía

Historia de las cofradías de Sevilla del ABC

Sevilla en sus cofradías de Rafael Jiménez Sampedro

https://www.siete-palabras.com

http://simplementecapillita.blogspot.com

http://periodistacofrade.blogspot.com

https://sevilla.abc.es/pasionensevilla/

https://elforocofrade.es/

https://elcorreoweb.es/





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