Historia de las Hermandades de Sevilla: Quinta Angustia



Pontificia y Real Hermandad y Archicofradía de Nazarenos del Dulce Nombre de Jesús, Sagrado Descendimiento de Nuestro Señor Jesucristo y Quinta Angustia de María Santísima Nuestra Señora. 








Tarde noche de jueves

Cada jueves santo, al declinar la tarde, cuando las sombras que han ido alargándose comienzan a perder la batalla con la noche que se avecina, a esa hora, en ese instante, salva el dintel de la puerta de la parroquia de la Magdalena uno de los conjuntos iconográficos más arrebatadores de la Semana Santa de Sevilla: el descendimiento del Señor tras el suplicio de cruz al que fue sometido. Jesús, sostenido por unas sábanas parece descender poco a poco con el esfuerzo de los Santos Varones, José de Arimatea y Nicodemo, subidos en unas escaleras apoyadas en el madero. Contempla la desgarradora escena al pie de a cruz la Virgen, San Juan y las santas mujeres, María Magdalena, María Salomé y María Cleofás que sujetan la sábana en que han de envolver a Jesús. 






La talla del Santísimo Cristo del Descendimiento está atribuida por los técnicos a Pedro Roldán, posiblemente realizada en 1659, año en que a este mismo imaginero la hermandad encargó la ejecución de unas nuevas andas. 



La imagen fue restaurada en 1904 por Emilio Bartolomé y por lo hermanos Cruz en 1984.







La imagen de María Santísima de la Quinta Angustia es obra del escultor y hermano Vicente Rodríguez Caso. La talló en 1932 y con anterioridad había restaurado en profundidad la casi totalidad del misterio excepto el Cristo ya que las figuras habían quedado muy dañadas al permanecer ocultas en la cripta de la capilla durante la revuelta de la década de los años treinta del pasado siglo. Además en 1951 ejecutó una nueva cabellera tallada para Santa María Magdalena sustituyéndole el pelo natural que llevaba hasta ese momento.


El Misterio de la Quinta Angustia en el interior de la Magdalena a principios del siglo XX. 







El paso de la Quinta Angustia en 1947. El Cristo con potencias y la Magdalena iba con el pelo natural, sin tallar.






Curiosa imagen donde se ve a la dolorosa sobre el paso de la Hermandad del Calvario. Se desconoce el motivo, podría ser una prueba y tampoco se conoce la fecha aunque podría ser en 1972.




Centrándonos en la imagen de la Virgen, el profesor José Roda considera que “es una de las dolorosas más notables que se han gubiado en la centuria; de otro lado, conjuga a la perfección con el barroco misterio del Descendimiento de Cristo integrándose en el conjunto con suma naturalidad”. La imagen de María está erguida, al pie de la cruz, con la mirada hacia el cuerpo de Cristo y con una cabeza de impresionante realismo que “tras largos años de idealizaciones, la Virgen vuelve a representarse en su edad madura. Los ojos estan tallados y pintados desprovistos de pestañas postizas. Los labios se cierran frunciendo las comisuras labiales en un gesto de dolor contenido. La Madre ya no llora, porque no le quedan lágrimas que derramar”. La imagen, que fue restaurada por José Rodríguez Rivero-Carrera en 1989, fue donada por el entonces hermano mayor José Marañón.






Sobre la antigua imagen de la Virgen, según algunos historiadores, parece ser que la Virgen de la Salud en su Soledad de la Hermandad de la Vera-Cruz de Linares podría ser la Dolorosa sevillana que hasta 1931 fue en el misterio del Descendimiento de la Hermandad de la Quinta Angustia. Esta talla fue adquirida en un anticuario de la localidad jienense de Úbeda en 1997, la cual tiene un gran parecido con la sevillana.





Virgen de la Salud en su Soledad de Linares.



 La Virgen fue escondida en la cripta de la parroquia de la Magdalena en 1931 por el gran temor a probables disturbios por la instauración de la II República, siendo restaurada por Vicente Rodríguez Caso en 1934, quien hizo una nueva por el mal estado de la anterior. 


Misterio de la Quinta Angustia con la antigua Dolorosa.  



Hoy esta Virgen con la advocación de Virgen de la Salud en su Soledad procesiona todos los Martes Santo en Linares y si fue o no fue la Virgen que llevo el Descendimiento, seguirá siendo un enigma.



Palio de la Hermandad de la Vera-Cruz de Linares un martes santo.  








Las andas de bronce y caoba



La imagen de San Juan Evangelista, que se representa erguido y que tiene esculpidas las manos, cabeza y piernas es una talla de vestir de Pedro Nieto fechada en 1633 habiendo sido restaurada por Gabriel de Astorga, en 1854 y 1877, por Joaquín Bilbao en 1922 y, como ya se ha dicho, por Rodríguez Caso en 1932.






El resto de las imágenes también es de Pedro Nieto de la misma fecha que San Juan e incluso han tenido las mismas restauraciones y han pasado por las mismas manos. 
































La imágenes lucen espléndidos bordados del que fuera hermano de la cofradía Antonio del Canto y de su esposa Teresa del Castillo, todas ellas de finales del siglo XIX, complementados por otros del taller Carrasquilla de principio del siglo XX. Todo el conjunto procesiona sobre un inconmensurable paso, uno de los más grandes de la Semana Santa sevillana, de estilo renacimiento con incrustaciones barrocas realizado todo en bronce y caoba siguiendo el proyecto del académico y hermano de la cofradía Cayetano Sánchez Pineda y el diseño realizado por Pedro Domínguez López en el año 1900 con la dirección artística del historiador José Gestoso. La realización tuvo lugar en 1904 con una posterior reforma en 1978 que realizó Guzmán Bejarano y se llevó a cabo la parte de fundición en los talleres de Masriera y Campíns de Barcelona. El paso se completa con evangelistas, arcángeles, escudos y relieves obra del escultor Emilio Bartolomé y un llamador que fue modelado por el escultor y consiliario de la hermandad Joaquín Bilbao representando un dragón rampante.



Misterio de la Quinta Angustia en la tarde del Jueves Santo de 1911, dejando atrás los Palcos.










El paso que la Quinta Angustia estrenó en 1857, antiquísimo testimonio gráfico del siglo XIX. Había sido tallado por Juan Rossi, con dibujos de Antonio del Canto, autor de los bordados de insignias y ropas de las imágenes. Tenía cartelas de otro paso más ántiguo de Pedro Roldán, y dos ángeles pasionarios, de La Roldana. La Virgen era sustitida en 1934.






Sobre la canastilla luce el paso unos faroles realizados a imagen y semejanza de los que llevaba en su popa de la nave que mandara Don Juan de Austria en la batalla de Lepanto. A lo largo de la canastilla y respiraderos se reproducen los bustos de San Pedro, San Pablo, San Ambrosio, San Agustín, San Gregorio, San Jerónimo, San Buenaventura y Santo Tomás más los cuatro evangelistas en actitud sedente y colocados en las esquinas.































La hermandad del Descendimiento

Esta Hermandad tiene su origen en dos antiguas cofradías de penitencia, en la del Sagrado Descendimiento de Nuestro Señor Jesucristo y Quinta Angustia de María Santísima, y en la del Dulce Nombre de Jesús.

La primera de las hermandades, la del Descendimiento, nació prácticamente con el siglo XVI pues se funda en 1500 en el convento Casa Grande del Carmen por iniciativa de un grupo de fieles del barrio de los Humeros que se reunían para orar y meditar acogiéndose al lema pasionista de las “Angustias de la Virgen al Pie de la Cruz” gobernando la diócesis Diego Hurtado de Mendoza. La hermandad gozó de capilla propia en el convento si bien la aprobación de sus primeras reglas hubo de demorarse prácticamente hasta la mitad del siglo pues fueron aprobadas en 1541 por el ya entonces arzobispo Fray García de Loaisa. El primitivo libro donde se contienen las ordenanzas se encuentra custodiado en la hermandad y está realizado en pergamino y en él se refleja que el nombre con el que la hermandad se constituyó fue el de “Antigua Cofradía de Penitencia, Sangre y Luz del Sagrado Descendimiento de Nuestro Señor Jesucristo y Quinta Angustia de Nuestra Señora”.


Libro de reglas de la Hermandad de la Quinta Angustia de 1541.

Tienen incorporadas dos pinturas miniadas de muy bella factura. En una se muestra al niño Jesús sobre una aureola resplandeciente y sobrevolando una cuna con cinco niños en su interior. Esta miniatura, además de mostrarnos al titular de la cofradía, nos confirma que la congregación y hermandad de los niños expósitos (casa cuna), fundada por el Arzobispo don Fernando de Valdés en 1558, estuvo agregada a la del Dulce Nombre de Jesús desde 1590 hasta 1627.
En otra pintura se representa un Cristo crucificado y, a sus pies, la Virgen María, San Juan Bautista y San Juan Evangelista, además de un blasón con el escudo de la corporación, que era el monograma del JHS, cruz sobre la H y situando tres clavos debajo de la misma. Este es exactamente el mismo emblema utilizado por la Compañía de Jesús, ardiente defensora de su Dulce Nombre.






La hermandad procesionaba el jueves santo con dos pasos siendo el primero de ellos alegórico representando un sol eclipsado junto a otros jeroglíficos. De las relaciones con la comunidad queda patente que en 1567, el Padre General de la Orden Carmelita, Fray Juan Bautista Rubio de Rábena, otorgó “Carta Patente de Confraternidad” con la cofradía y que se conoce que en 1608 el hermano mayor gozaba de “voto, celda, ración y sillón en el coro de la comunidad”.

La hermandad se unió con motivo dela reducción a la del Sagrado Lavatorio y a la del Prendimiento. La cofradía siguió su evolución con toda normalidad y esplendor. Ya en el siglo XIX se conoce que en 1806 se hace nuevo paso el mismo año que se nombraba protector de la hermandad al prior de la Encomienda de San Juan de Lora, Cayetano Morato, mientras que al año siguiente la propia corporación era designada protectora de la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri de la Iglesia de San Alberto.

El cierre del Convento del Carmen por la invasión francesa motivó que la hermandad se trasladara a San Vicente en 1810 en la que estuvo por cinco años hasta la vuelta a las dependencias conventuales. Allí, procedería a la renovación de las reglas y a agregarse a la Real Congregación de Luz y Vela de la capilla del Palacio Real de Madrid, nombrándose “Conservador Espiritual” de la hermandad al Vicario Prior General de la Religión del Carmen en España Fray Manuel Regidor y Brihuega. Siguieron los nombramientos y era como hermano mayor el rey Fernando VII, agregando a su título el de “Real” nombrándose además teniente de hermano mayor al que lo fuera de la Real Capilla de la Luz y Vela de Madrid y dejando el cargo de viceteniente de hermano mayor al que se eligiera por la hermandad en su sede del convento.

Comienza a mediados de siglo una serie de traslados. Así, en 1930 la hermandad celebró sus cultos en San Alberto y en 1841 se establecía en la parroquia del Sagrario pasando después a la iglesia de los Frailes Menores, actual parroquia de Santa Cruz para en 1843 de nuevo trasladarse en este caso a la iglesia de San Buenaventura donde residía la corporación cuando tuvo pleito con la hermandad de Pasión a propósito de la antigüedad de las mismas. 



Paso de la Quinta Angustia con la actual Virgen, recién estrenada, en una foto de 1935. El paso está en la capilla, recubierta de damasco de seda. La Virgen lleva un breve tocado y las Marías están vestidas de auténticas hebreas.






Dulce Nombre de Jesús

El Arzobispo Cristóbal de Rojas y Sandoval, fundó la hermandad del “Dulcísimo y Santísimo Nombre de Jesús y Primera Sangre de Nuestro Señor Jesucristo”, corporación que se erigió “contra los Votos y Juramentos” teniendo como sede la iglesia parroquial de San Vicente obteniendo la aprobación de sus primeras ordenanzas en 1574, las cuales, al igual que ocurre con las de la hermandad del Descendimiento, se conservan en sus pergaminos primitivos y en poder de la hermandad. De la parroquia, la cofradía se trasladó en 1576 a una capilla propia en el Barrio de Colón o de los Humeros para justo un año después instalarse en el hospital de la Santa Cruz de Jerusalén en lo que hoy es el Convento del Santo Ángel. Residiendo en ese lugar, la hermandad concertaba con Jerónimo Hernández la hechura de la imagen del Dulce Nombre de Jesús y la del un Cristo resucitado.























La hermandad llega en 1587 hasta el Real Convento del Señor San Pablo tras perder un pleito con la orden de los dominicos. Los frailes consideraban que las hermandades erigida con la advocación del Dulce Nombre de Jesús eran exclusivas de la orden de predicadores por lo que deberían de estar en sus conventos. La hermandad quedó pues como filial de la orden obteniendo en propiedad una capilla que había pertenecido a Luis Medina. Al poco de quedar bajo la jurisprudencia de la orden, el cabildo eclesiástico confía a la corporación el “Patronato de los Niños Expósitos” que había sido fundado por el Arzobispo Fernando de Valdés.

En 1592 eran recibidos como hermanos de la cofradía el imaginero Juan Martínez Montañés y su esposa Ana de Villegas. Al parecer, el artista solicitó por propia voluntad ingresar en la corporación y regalar una dolorosa tras ser ésta rechazada por la hermandad de Pasión al no haberse puesto de acuerdo en cuanto a los estipendios a recibir por su hechura.



La Virgen que Montañés regaló a su hermandad del Dulce Nombre de Jesús (hoy Quinta Angustia) hoy aparece muy alterada.




A finales del siglo XVII se procede a la edificación de la iglesia del convento de San Pablo el Real, ampliándose la capilla de la hermandad con la de Santo Tomás de Aquino, donada por el “Caballero Veinticuatro” Manuel José Gómez de Espinosa. Las labores de ampliación corrieron a cargo del arquitecto Leonardo de Figueroa y Reina y el maestro cantero Lorenzo Fernández de Iglesia. Sobre la capilla donde se asentaba la hermandad hemos de decir que su construcción puede datarse en el año 1248 y al erigirse el nuevo templo fue respetada y ampliada como hemos visto. La capilla “se cierra por tres espléndidas y valiosísimas cúpulas en la que destaca particularmente la central con pinturas similares a las de la Capilla deSan Gregorio de la Concepción Franciscana de Toledo. Resto de antiquísima azulejería y esculturas la contemplan, sumándose todo ello al gran tesoro artístico que se componen sus zócalos y valiosas pinturas contiene en el resto del Templo Parroquial. Su altar principal fue obra de Juan Pérez Calvo en el año 1948 y en él se encuentra expuestos a la veneración sus sagrados titulares




La Capilla del Dulce Nombre de Jesús está adosada a la Iglesia Parroquial de Santa María Magdalena, situada en la calle San Pablo. La capilla, propiedad de la hermandad, está situada a los pies de la nave de la Epístola. 







Bóvedas mudéjares de la capilla




Hecho importante para la hermandad en el segundo tercio del siglo XIX, exactamente en 1879 fue la concesión de la bula por el Papa León XIII por la cual se nombraba a la cofradía “Archicofradía Pontificia” con la posibilidad que esto conlleva de poder agregar a hermandades del mismo nombre de la archidiócesis hispalense. De estos años se conoce tenía su confesionario en la capilla de la hermandad, Marcelo Spínola y Maestre que por entonces era canónigo de la catedral.







Se fusiona en una sola

En 1851, la hermandad de la Quinta Angustia se traslada al antiguo Convento de San Pablo y es ahí cuando se produce la fusión de ambas corporaciones refrendadas por el cardenal Judas José Romo. Tras la fusión se prueban las túnicas que habrían de vestir los nazarenos compuestas de “con capas de color crema, llevando sobre ellas el anagrama JHS en rojo y figurando en el antifaz el corazón con los cinco cuchillos bordados. La túnica que era morada, llevaba escapulario y se ceñía con un cordón morado de borlas, llevando los nazarenos guantes negros, calcetín blanco y zapatillas negras de hebillas” 



La cofradía en 1951, entrando en la calle Murillo, con el estandarte, y al fondo, el paso.




así como el estreno en 1585 del paso alegórico para el Dulce Nombre de Jesús en el que aparecía la preciosa imagen bendiciendo los atributos de la Pasión que le presentaban unos ángeles.





Paso Alegórico del Dulce Nombre de Jesús de Sevilla.
La alegoría representaba al Niño Jesús sobre un montículo simbolizando el Gólgota y bajo el Árbol de la Vida, en el momento de impartir su bendición sobre los atributos pasionistas portados por ángeles dispuestos a su alrededor. La alegoría pues refleja al Logos Divino encarnado, glorificando desde el comienzo de los tiempos su Pasión redentora del género humano.
Este paso alegórico estrena en 1858.






 En la actualidad la imagen procesiona en la procesión del Corpus de la hermandad Sacramental de la parroquia sobre un templete tallado en dorado siguiendo el diseño de Joaquín Bilbao Martínez, dibujado en 1923 con el cual procesionó también la imagen el jueves santos de 1925.




















Vía Crucis de Sevilla

La imagen del Santísimo Cristo del Descendimiento presidió en 1996 el Vía Crucis de las Hermandades.








En el 2023 participó en el Santo Entierro Grande que se organizó por el 775 aniversario de la recuperación del culto cristiano.


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SANTO ENTIERRO GRANDE 2023







Túnica de procesión

Los nazarenos de esta hermandad llevan sotana, capa y antifaz morados de lana de merino, bocamangas blancas con botonadura morada y ceñidor del mismo color. Portan el anagrama JHS en el lado izquierdo de la capa.









El detalle 



Libro de Reglas. Realizado en plata de ley por García Armenta (1942), contiene las reglas pertenecientes al año. 






Las tres cartelas (24×31 cm) que hoy en día están en la casa de hermandad de la cofradía, representan a Jesús ante Caifás, la Exaltación de Cristo en la Cruz y el Santo Entierro de Cristo.
Llegado el año 1659, la hermandad encomendó al escultor Pedro Roldán y al ensamblador Francisco Ramírez la realización de un nuevo paso.










Los incensarios son obra de Fernando Marmolejo (1959) y están inspirados en los faroles del paso.










José Jiménez realizó la singular naveta (1959)











Senatus, bordado por el Taller de Antonio del Canto y Teresa del Castillo en 1853, restaurado en 1950 por Carrasquilla y por Esperanza Elena Caro en 1973. 











Bocinas, bordados del Taller de Antonio del Canto y Teresa del Castillo de 1856. Los adornos florales de los paños son añadidos por Carrasquilla de 1950. 







Estandarte. Bordado por el Taller Teresa del Castillo y Antonio del Canto de 1856










INRI, de metal dorado, de Ysaura del año 1857 










Potencias del Cristo, en oro de ley para sus cultos solemnes. Obra del Taller de Villarreal de 2006. 









Corona de cultos solemnes, es de plata dorada de Jorge Ferrer (1941).










Escucha algunas de las marchas dedicada a los titulares de la hermandad.


Quinta Angustia.   Autor: Maestro de Puigcerdá, José Font y Marimont, 1895

Dulce Nombre de Jesús. Autor: Pedro Morale Muñoz, 1983

Sagrado Descendimiento. Autor: Antonio Pérez Funes, 1990

La Virgen llora. Autor: Enrique García Silva, 1973

Descendimiento y Quinta Angustia. Autor: Juan Antonio Barros Jodar, 2000

La Quinta Angustia. Autor Francisco Grau Vegara





Video de Semana Santa JVP






VER ÁLBUN DE FOTOS 






Bibliografía

Enciclopedia de la Semana Santa de Sevilla del El correo de Andalucía

Historia de las cofradías de Sevilla del ABC

El poder de las imágenes, iconografía de la Semana Santa de Sevilla, del Diario de Sevilla 

http://laquintaangustia.org

http://elforocofrade.es

https://sevilla.abc.es/pasionensevilla

https://criosidadesycofradias.blogspot.com









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