Pontificia Real y Primitiva Archicofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Coronación de Espinas, Nuestro Padre Jesús con la Cruz al Hombro, Nuestra Señora del Valle y Santa Mujer Verónica.
Coronación y Santa Faz
Nos encontramos una hermandad que tuvo sus inicios en dos corporaciones distintas de orígenes separados: la cofradía de la Sagrada Coronación de Espinas, que se fundaba en 1550 en San Martín, y la hermandad de la Santa Faz, fundada en 1553. Ambas corporaciones unirían sus esfuerzos en 1590.
La Virgen del Valle durante el acto celebrado en la Catedral, en octubre de 1990, con motivo del IV Centenario de la fusión.
La cofradía de la Coronación de Espinas, formada principalmente por el gremio de cereros, tuvo como fin principal en sus comienzos la devoción a una reliquia de la Santa Espina propiedad de la iglesia de San Martín. Sus primeras reglas datan de 1553 aprobadas por el arzobispo Fernando de Valdés. Poco tiempo después de su fundación pasó a la iglesia de Montesión donde recibió de los frailes permiso para que se hiciesen los cabildos “en la pieza baja que está debajo de la escalera” y poder “meter las cajas, ceras y otras cosas” propiedad de la hermandad a la espera de poder labrar dependencias “junto a la puerta de este monasterio como se entra por la portería a la mano derecha en el patio que allí está”. Por documentos de la época se sabe que la cofradía ya residía en el último cuarto de siglo en el Hospital de San Cosme y San Damián.
Por su parte, de la hermandad de la Santa Faz se conoce que, según escritura de concierto, tuvo su origen en el Convento del Valle en 1553 con el nombre de “Santa Verónica de Nuestro Redentor y Salvador Jesucristo” solicitando de la comunidad propietaria del convento, entre otras cosas, “que el lugar que ha de dar el monasterio a lo cofrades para celebrar sus Cabildos de la iglesia vieja o donde después de hecha la nueva fueren de acuerdo”. Sus primeras reglas fueron aprobadas por el arzobispo Valdés especificando la salida el jueves santo por la noche desconociéndose la fecha en la que incorporó a ella la imagen del Señor con la Cruz al Hombro así como su autor.
Al poco que los padres Terceros abandonaron el Convento del Valle y se hiciera cargo del mismo la orden de los Padres Franciscanos Recoletos, se unen las dos corporaciones, la de la “Coronación de Espinas de Nuestro Señor Jesucristo” con la de la “Santa Verónica y Nuestra Señora del Valle”. Corría el año de 1590 y la primera de las decisiones conjuntas que se toman consistió en que los cofrades asistirían a la procesión con “sus túnicas escapularios frailesco de lanilla, un cordón de San Francisco y los escudos de la Coronación y de Nuestra Señora del Valle” obligándose “sacar siempre el misterio de la Coronación de Espinas”.
Una atribución a Juan de Mesa
Comenzó un nuevo siglo para la hermandad recién unificada con la hechura de la talla de la Santísima Virgen, de inconsolable expresión, desconociéndose a ciencia cierta su autoría siendo diversos los que la acercan a la gubia de Juan de Mesa, y con el acatamiento de la orden de reducción de cofradías de 1623 que le obligaba a unirse a la de la Exaltación y a la de las Virtudes circunstancia ésta que duró poco volviendo prácticamente todas las hermandades a su estado anterior a la orden de fusión.
Aspecto de la Virgen del Valle previo al incendio que sufrió en 1909 y que hizo que fuera retocada por José Ordóñez, quien le dio su impronta actual.
Virgen del Valle en la actualidad
En 1687 la hermandad concertaba con el escultor Agustín de Perca la ejecución de la talla del Cristo de la Coronación de Espinas en madera de cedro, aunque los gastos fueron satisfecho por el mayordomo Toribio Martínez Huertas. Para la realización de la imagen, el escultor pudo bien inspirarse en las “Revelaciones Místicas” de Santa Brígida y el “Teatro de los Misterios”. Justo antes de terminar la centuria, en 1697, la hermandad adquirió la capilla del convento que había pertenecido a la hermandad del Gran Poder cediendo la que ocupaba hasta ese momento a la comunidad.
En sucesivas reglas que la corporación fue aprobando leemos que en la procesión de penitencia de la tarde del jueves santo lo cofrades vestirían túnicas moradas con soga y que las mujeres que desearan ingresar en la cofradía deberían ser doncellas satisfaciendo a su ingreso una limosna de cera. Por aquellos años del siglo XVIII era incluso premisa para poder desempeñar el cargo de camareras de la hermandad, ser mujer o hija de cereros. Como curiosidad, el cabildo de la ciudad argumentó que “los cofrades no debían ir vestidos de nazarenos, ni llevar el rostro cubierto recomendando, por ser más decorosa, concurrir a estos actos vestidos de militar o con traje decente”. Esta recomendación efectuada en 1796, tuvo su orden contraria en 1807 cuando el Consejo de Castilla concedió a la hermandad el privilegio de que “sus cofrades vayan vestidos con las túnicas moradas y que no se descubran el rostro al pasar por los tribunales”.
Libro de regla de finales del siglo XVI, Hermandad del Valle. Iglesia de la Anunciación
Con la invasión francesa la hermandad comenzó una serie de traslados que la llevaron del Valle a San Román y de allí a Santa Cruz volviendo al convento franciscano en 1816 recibiendo al año siguiente el título de “Archicofradía” por concesión de Pio VII. No fue hasta 1829 cuando la hermandad llega a San Andrés ocupando la capilla denominada “de la Concepción” colocando los altares de su propiedad traídos del convento. Desde esta iglesia siguió haciendo estación de penitencia con tres pasos. Desde San Andrés, la cofradía volvió a San Román en 1868 al decretarse el cierre por la Junta Revolucionaria pero en 1870 de nuevo la cofradía residía en San Andrés donde estuvo hasta 1892 cuando el arzobispado otorga el permiso de traslado al Convento del Santo Ángel donde llegó en 1893.
Antigua fotografía de principios del siglo XX en la que vemos a los Titulares de la Hermandad del Valle en su altar del Templo del Santo Ángel.
Nuestro Padre Jesús con la Cruz al Hombro en el interior del Santo Ángel en la década de los cincuenta.
La Virgen del Valle cruzando el puente de Triana, en su traslado hacia la Escuela de Peritos situada en la calle Niebla con motivo de las Santas Misiones del año 1965.
Dos pasos de misterio
Sobre el misterio que se presenta en el segundo paso de la hermandad hay que decir que ha cambiado varias veces de fisonomía. En 1903 se retiraron las figuras de judíos, romanos, ladrones y Cirineo para dejarlo como hoy lo conocemos.
Representa el encuentro de Jesucristo con la Verónica. La talla del Señor es obra anónima del siglo XVII adscrita al círculo de Martínez Montañés. Algunos estudios y pruebas señalan que posiblemente, pueda ser obra del escultor Gaspar Ginés, ya que presenta enormes similitudes morfológicas y anatómicas, al Nazareno de los Afligidos que se encuentra en la Iglesia Colegial del Divino Salvador de Sevilla.
Gaspar Ginés fue un escultor sevillano del S.XVII formado en el taller de Juan Martínez Montañés, donde conoció a Juan de Mesa, manteniendo relación estrecha ya que firmó como testigo en varios de los contratos del escultor cordobés, y a su muerte se hizo cargo de su taller.
Cristo de los Afligidos, un nazareno realizado en 1635 por el imaginero Gaspar Ginés con un coste de 900 reales para la antigua Hermandad de la Ánimas.
El paso de la calle de la Amargura, en los años veinte. Como se ve, aun mantiene paso, adquirido en el siglo pasado a la hermandad de Montserrat. El misterio había sido reformado en 1903, suprimiéndose figuras para que quedara sólo las mujeres con el Señor.
El paso de Jesús con la Cruz al Hombro saliendo de la Iglesia del Santo Ángel (con su antigua portada).
Fue en 1909 cuando Joaquín Bilbao realizó la gran remodelación, se situó al Nazareno más atrás en el paso, con el brazo izquierdo sujetando la cruz y el diestro extendido en actitud de consolar a las mujeres.
Como curiosidad, la imagen de Jesús con la Cruz al Hombro tenía antiguamente un característico mechón de pelo en el lado derecho el cual fue suprimido en alguna restauración de principio del siglo XX.
La Magdalena es obra es de Juan Petroni, de 1799, igual que el resto de las Santas Mujeres que fueron realizadas en 1805.
La Verónica es obra de Andrés Rossi, 1815
La Virgen del Valle con San Juan y la Magdalena, a finales del XIX. Así fue en su paso de palio hasta 1903.
Precisamente en ese año adquirió la hermandad las bambalinas que actualmente podemos disfrutar cada salida procesional. Se trata de la pieza de bordados más antigua de la Semana Santa sevillana. Las bambalinas, realizadas en hojilla de plata sobre terciopelo granate fueron realizadas sobre 1713 para la hermandad de la Antigua y Siete Dolores. Restauradas en el 2023 por el IAPH.
La Verónica es obra de Andrés Rossi, 1815
La Virgen del Valle con San Juan y la Magdalena, a finales del XIX. Así fue en su paso de palio hasta 1903.
Precisamente en ese año adquirió la hermandad las bambalinas que actualmente podemos disfrutar cada salida procesional. Se trata de la pieza de bordados más antigua de la Semana Santa sevillana. Las bambalinas, realizadas en hojilla de plata sobre terciopelo granate fueron realizadas sobre 1713 para la hermandad de la Antigua y Siete Dolores. Restauradas en el 2023 por el IAPH.
Boceto que realizó Joaquín Bilbao
En 1922, Joaquín Bilbao realizó el misterio actual compuesto por unos judíos que colocan la corona de espinas al Señor mientras otro se burla de Él.
Ante la Iglesia de San Andrés, el misterio de la Coronación de Espinas en el año 1889, con las antiguas imágenes secundarias.
El antiguo manto de la Virgen del Valle
En 1905, la bordadora Patrocinio Vázquez realizó según diseño de José Ordoñez el magnífico manto que lució la Virgen del Valle hasta el año de 1920 en que estrenó el actual realizado por Juan Manuel Rodríguez Ojeda.
Virgen del Valle en su paso de palio con el antiguo manto.
El diseño del manto esta basado en los bordados del siglo XVII del palio de esta cofradía, que anteriormente habían pertenecido a la Virgen de la Antigua y Siete Dolores, para quien fue bordado.
Antiguo manto de la Virgen del Valle con bordados basado en el palio del siglo XVII.
La primitiva pieza, pasó a manos de la Hermandad de la Vera Cruz de Huelva, donde actualmente sigue formando parte del magnífico ajuar de la Virgen de los Dolores de esta Cofradía.
La Dolorosa de Sevilla y de Huelva con el manto de Patrocinio Vázquez.
Virgen de los Dolores de la Hermandad de la Vera Cruz de Huelva.
La marcha de Gómez Zarzuela
En 1958 Vicente Gómez Zarzuela componía la marcha procesional “Virgen del Valle”, con la orquestación de Manuel Font y Fernández de la Herranz, en memoria del cofrade de la hermandad Alberto Barrau “fallecido trágicamente en el hundimiento de la vapora “Aznalfarache” en el Río Guadalquivir ”. Al año siguiente, a la salida de la Virgen, se pudo escuchar por primera vez la marcha pues también por primera vez acompañaba al paso banda de música.
Restauraciones de la Virgen
En 1909, en un incendio en el convento del Santo Ángel, la imagen de la Virgen resultó con la mano derecha carbonizada, una hendidura en la frente y la cara chamuscada. Fue restaurada por José Ordóñez y Gonzalo Bilbao. Más recientemente, en 1980, fue restaurada por José Rivera García y Enrique Pérez Comendador. Al año siguiente se le colocó un nuevo candelero. Tras la Semana Santa de 2006 la imagen sería restaurada en el IAPH.
Valle Coronada
Cartel de la Coronaión obra del pintor Francisco Maireles
Uno de los principales anhelos en la historia reciente de la cofradía era poder coronar canónicamente a la Virgen del Valle. Una vez concebida tan deseada distinción, la Virgen fue trasladada el 27 de octubre de 2002 a la catedral donde tuvo lugar un solemne triduo. El pontifical de coronación se celebró el 1 de noviembre presidido por el arzobispo Carlos Amigo.
Coronación de la Virgen del Valle en 2002
La marcha de Gómez Zarzuela
En 1958 Vicente Gómez Zarzuela componía la marcha procesional “Virgen del Valle”, con la orquestación de Manuel Font y Fernández de la Herranz, en memoria del cofrade de la hermandad Alberto Barrau “fallecido trágicamente en el hundimiento de la vapora “Aznalfarache” en el Río Guadalquivir ”. Al año siguiente, a la salida de la Virgen, se pudo escuchar por primera vez la marcha pues también por primera vez acompañaba al paso banda de música.
Restauraciones de la Virgen
En 1909, en un incendio en el convento del Santo Ángel, la imagen de la Virgen resultó con la mano derecha carbonizada, una hendidura en la frente y la cara chamuscada. Fue restaurada por José Ordóñez y Gonzalo Bilbao. Más recientemente, en 1980, fue restaurada por José Rivera García y Enrique Pérez Comendador. Al año siguiente se le colocó un nuevo candelero. Tras la Semana Santa de 2006 la imagen sería restaurada en el IAPH.
Valle Coronada
Cartel de la Coronaión obra del pintor Francisco Maireles
Uno de los principales anhelos en la historia reciente de la cofradía era poder coronar canónicamente a la Virgen del Valle. Una vez concebida tan deseada distinción, la Virgen fue trasladada el 27 de octubre de 2002 a la catedral donde tuvo lugar un solemne triduo. El pontifical de coronación se celebró el 1 de noviembre presidido por el arzobispo Carlos Amigo.
Coronación de la Virgen del Valle en 2002
Vía Crucis de Sevilla
La imagen de Nuestro Padre Jesús con la Cruz al Hombro, presidió en el 2007 el Vía Crucis de las Hermandades.
En el 2023 participó en el Santo Entierro Grande que se organizó por el 775 aniversario de la recuperación del culto cristiano.
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Túnica de procesión
El hábito de nazareno se compone de túnica de cola y antifaz confeccionada en sarga morada. Cígulo blanco y zapatos negros.
El detalle
A las cuatro de la tarde del día 19 de octubre de 2002 llegó de Córdoba la corona de la Virgen del Valle para su coronación.
Obra del joyero Manuel Valera, con los orfebres Salvador y Florián Porras del taller Hermanos Zamoranoi
Detalle de la ráfaga
En la parte frontal en esmalte el anagrama de la Virgen María y en la parte superior engarzadas aguamarinas
Manto de Salida de Nuestra Señora del Valle
Manto Salida de terciopelo granate bordados en hilos metálicos dorados y plateados por el procedimiento de hojilla, inspirado en las caídas del palio representa simbólicamente el Misterio Pascual de Cristo.
El manto ejecutado por Juan Manuel Rodríguez Ojeda en los año 1919 y 1920, esta configurado por una greca que recorre su perímetro formada por franjas de distintas ornamentación, con lirios y crisantemos que se repiten sucesivamente a lo largo de su contorno, a excepción de la parte central que lo forman palmas y piñas. El resto de la pieza aparece tachonada por grupos de dos flores de crisantemos estilizadas, y en el centro sobre una cruz terminada en lises, una cartela con corona bizantina, en cuyo centro aparecen los escudos de la Hermandad: El Real, el Pontificio y los del Cardenal Cervantes.
Faldón delantero, que incluye el repiradero del paso de la Coronación de Espinas.
Tunica SeñorTerciopelo de Lyón morado bordado en hilo metálico dorado, simboliza la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.
La túnica fue trazada por Antonio del Canto Torralba y bordada por Teresa del Castillo en el año 1881.
En el borde inferior, en la bocamanga y en el cuello se desarrolla un festón donde se engarzan hojas de acanto. De la parte inferior surgen tallos de grandes proporciones en forma de roleos, de los cuales brotan hojas de acanto, y de la parte central surge una gran hoja de acanto de cinco lóbulos. Las mangas repiten el modelo ornamental de hojas de acanto en forma de roleos.
SimpecadoTerciopelo azul con decoración bordada en hilo metálico plateado y complementos de platería y marfil, inspirado en las caídas exteriores del palio de la Virgen.
La insignia fue ejecutada en 1923 por Juan Manuel Rodríguez Ojeda, siguiendo un diseño de Cayetano González Gómez.
En la parte superior aparece la siguiente inscripción: “Concebida sin pecado original”. En el óvalo central la Inmaculada Concepción en plata con las carnaciones en marfil y a su alrededor siete querubines ebúrneos con alas de plata.
Saya de salida de la Virgen del Valle. Diseñada por Antonio del Canto Torralba y bordada por Teresa del Castillo.
LLamador del paso de la Coronción de Espina.
Llamador del paso de palio
Nimbo de la Verónica
Potencias del Cristo de la Coronación
Faroles del paso de la Coronación de Espina
Faroles del paso de Nuestro Padre Jesús con la Cruz al Hombro, a la derecha uno de las esquina, y el de la izquierda, no de los costeros
Faroles del paso de Nuestro Padre Jesús con la Cruz al Hombro, a la derecha uno de las esquina, y el de la izquierda, no de los costeros
Farol del paso de Ntra. Sra. del Valle de Manuel Seco Velasco, 1957.
Clámide "de los bodoques" del Stmo. Cristo de la Coronación de Espinas, atribuida a Teresa del Castillo, primer cuarto del siglo XX.
Vara del cortejo del paso de Ntro. Padre Jesús con la Cruz al Hombro, llamadas "de Mena", siglo XIX.
Naveta del cortejo de Ntra. Sra. del Valle de Manuel Valera, 2002.
Túnica de Nuestro Padre con la cruz al hombro, obra de Antonio del Canto y Teresa del Castillo, finales del siglo XIX.
Escucha algunas de las marchas dedicada a los titulares de la hermandad.