Historia de las Hermandades de Sevilla: El Buen Fin




Real, Ilustre, Antigua, Fervorosa y Franciscana Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos del Santo Sudario, Santísimo Cristo del Buen Fin y Nuestra Señora de la Palma









La llegada al convento

Para comenzar a hablar de esta singular y espléndida hermandad debemos situarnos a finales del siglo XVI, exactamente en el año 1590, cuando el gremio de curtidores que profesaban especial devoción a una imagen de la Virgen en la iglesia de San Juan de la Palma funda una hermandad para darle culto. La Virgen llevaba por nombre Madre de Dios de la Palma, nombre que se supone arranca de la tradición según la cual, durante la huida a Egipto, el Niño Jesús, al ver que su Madre sentía hambre y sed, hizo descender de forma milagrosa una palmera del cielo para que pudiera alimentarse con sus frutos. Tres años después de su fundación fueron aprobadas sus primeras reglas especificando éstas que los cofrades asistirían a la procesión con escapularios azules.






Pasado poco tiempo de su fundación, la hermandad hubo de trasladarse hasta el Hospital de San Andrés y de ahí, también en breve espacio temporal, nueva mudanza hasta el Convento de San Antonio de Padua regentado por los padres franciscanos quienes donaron una capilla situada en el coro con acceso independiente a la calle y una reliquia del Santo Sudario pieza entregada por el ministro general de la orden, Fray Juan Hierro.



El Convento de San Antonio de Padua fue fundado en Sevilla en el siglo XVI. Es de los franciscanos. La iglesia del convento es la sede de la Hermandad del Buen Fin y de la Hermandad de la Divina Pastora de San Antonio.






Las obras que se realizaron en el convento entre 1627 y 1739 dotaron a la hermandad de nuevas dependencias con una nueva capilla. Las crónicas de Fray Andrés de Guadalupe cuentan que esta nueva construcción se ubicaba en el compás de la iglesia.







Documentos conventuales

De la estrecha unión por aquellos años entre la orden franciscana y los cofrades de esta hermandad queda noticia en escrituras como la referida por las partes en 1642, suscrita ante el escribano José de Medina, y en la que se expresaba que la cofradía quedaría dentro de convento o de cualquier otro lugar adonde pudiera ser trasladada la orden expresando así: “Item ambas partes decimos que la dicha Cofradía fue recivida y se recivió en este convento… estableciendo que los que se instituyesen dentro del dcho. Convento de Luz y de Sangre o de cualquier otro género de agregación o congregación que el dcha. Convento se allegasen”. 

Así, la hermandad gozaría de “el lugar más preheminente y antiguo en todas las ocasiones y procesiones, fiestas, asientos y acompañamientos que la dcha. Cofradía hiciese dentro y fuera del sobredicho convento”.

En todas las ocasiones en las que la hermandad hacía referencia a ello, estipulaba que  la estación de penitencia debía de efectuarse siempre en la tarde del Miércoles Santo para lo cual se aprovisionaría de las correspondientes andas para las imágenes así como del Santo Sudario que sería portado por seis fraile franciscanos.

El edicto que se promulgó en 1623 y que obligó a la reunificación de las cofradías hizo que la hermandad de los curtidores se uniera a la hermandades de la Hiniesta, Presentación y Conversión del Buen Ladrón estipulando además que la salida procesional debía obligatoriamente de realizarse desde San Julián. Pero los hermanos de la corporación no quedaron muy contentos y usando la picaresca de entonces fundaron otra hermandad con el fin de seguir rindiendo culto a sus imágenes. Esta nueva hermandad vino a llamarse de Santa Lucía y Ánimas Benditas. Tras regularse la situación, las cofradías del Santo Sudario y de las Ánimas se fusionaron.





















Santísimo Sacramento y Santo Sudario

La hermandad se constituyó con el fin principal de dar a promover el culto público a “Dios Nuestro Señor en el Augusto Sacramento del Altar”, y así procurar acrecentar su devoción entre sus hermanos y fieles.
En 1593 se aprobaron las reglas del Santo Sudario. La hermandad posee una reproducción a tamaño natural de la Sábana Santa de Turín que fue regalada por el Rey Humberto I de Saboya, que fue Hermano Mayor Honorario de la Hermandad.

Nuevo lienzo donado por parte del profesor D. Juan Manuel Miñarro, en octubre de 2017,  réplica exacta a tamaño real de la Sábana Santa de Turín. Tras los estudios en los que el profesor ha estado y sigue realizando sobre la misma, pudieron encargar una foto en impresión textil, hasta el momento la más fidedigna realizada sobre dicha reliquia.
En el Miércoles Santo de 2018 se realizó el estreno en unas andas, cuya orfebrería ha sido realizada por Orfebrería Andaluza.

























El Cristo del Buen Fin

De 1645 data la imagen del Cristo del Buen Fin obra de Sebastián Rodríguez, discípulo de Juan de Mesa.




 La datación de la imagen fue posible por los documentos encontrados en el archivo de protocolos notariales por la historiadora María Teresa Dabrio, quien además rescató el documento de pago en el que se estipulaba que el escultor recibiría ciento cincuenta ducados de vellón. La imagen está colocada en un retablo neoclásico dispuesto en el brazo izquierdo del crucero de la iglesia del Convento rematado por una imagen de la Asunción.

La imagen del Santísimo Cristo del Buen Fin ha llegado a procesionar acompañada de la Santísima Virgen para después hacerlo con la sola compañía de María Magdalena arrodillada a sus pies. Ya en tiempos contemporáneos, en 1971, se incorporaron al paso las imágenes de José de Arimatea, Nicodemo y un soldado romano, figuras realizadas por Luis Álvarez Duarte. En 1998 se suprimieron las imágenes procesionando el crucificado en solitario.



Preparado para ponerse en la calle por primera vez acompañado de las imágenes secundarias obra de Álvarez Duarte, vemos en esta imagen del año 1972 al Cristo del Buen Fin en el interior de su Templo de San Antonio de Padua.








La Hermandad del Bue Fin modificó sustancialmente su paso de misterio y renovó su composición. Desde 1972, para acompañar al Cristo, se representa el pasaje en el que un centurión otorga permiso de enterramiento a José de Arimatea, figuras que realizó Álvarez Duarte.







En cuanto a la Virgen, ya se tienen noticias que la talla estaba en la hermandad en el siglo XVII si bien no se tienen noticias de su autor.





 Ya en el siglo XX, la imagen fue sometida a intervenciones por José Paz Campano (1944), Luis Álvarez Duarte en 1978 y Luis Ortega Bru en 1980.






Volviendo a el devenir histórico de la corporación, no son claros los motivos por los que en el último tercio del siglo XVII, 1671 la hermandad dejó el carácter penitencial adoptando la denominación de “Esclavitud del Santísimo Sudario de Nuestro Señor Jesucristo y Madre de Dios de la Palma”.

En estos mismos años surgieron discrepancia con la orden franciscana, por lo que la hermandad, en defensa de sus derechos, presentó a través de su secretario José Collado, el 9 de junio de 1694, una escritura de ajuste y concordia, mediante escrito, en el que se decía: “es propia de dicha Hermandad sin que en ella ni en su Capilla tenga dominio el dicho Convento” para continuar que: “se nos quiere impedir y estorvar el dicho uso y posesión en que estamos, de dicha presidencia sin aver causa ni motivo para ello y para que no haya desensiones entre los religiosos y hermanos pedimos justicia…

A principios del siglo XIX, en los años de la dominación francesa, puede que la hermandad se hubiera disuelto. Hay poca documentación que pudiera aportar luz, conociéndose que perdió la capilla del compás del convento. Se podría pensar que se trata de un periodo de languidecimiento o total desaparición de sus cultos y actividades.

Se sabe además que la imagen del Santísimo Cristo del Buen Fin fue depositada en el Salvador en un extraño trueque por otra imagen de pasta que se encontraba en la antigua colegial y que recaló en el convento franciscano.







Nueva vida en la Parroquia de San Pedro

La reconstrucción de la corporación abrió la puerta a una interesantísima historia que motivó incluso la creación de otra hermandad de penitencia. Todo comenzaba cuando en 1882, personas que profesaban especial devoción a las imágenes que poseía la hermandad del “Santísimo Sudario de Nuestro Señor Jesucristo, Santo Cristo del Buen Fin y Madre de Dios de la Palma” retoman de nuevo el carácter penitencial. Al tener problemas para que los pasos pudieran salir por la puerta del convento en la procesión del Miércoles Santo porque el crucificado al ser de pasta de madera no presentaba el mejor estado para poder procesionar ni cabía por la puerta teniendo que salir de la Iglesia de las Dominicas de Santa María la Real, los cofrades decidieron el traslado de la hermandad hasta la Parroquia de San Pedro para lo cual darían culto a la imagen que allí estaba que no era otra que la del Santísimo Cristo de Burgos. El motivo de dar culto a una nueva imagen es debido a la prohibición de llevarse a los antiguos titulares que quedarían en el convento. Así, los hermanos que se trasladaron hasta la parroquia al cabo de los años, promovieron la hermandad que ha llegado a nuestros días como de las Negaciones de San Pedro, Santísimo Cristo de Burgos y Madre de Dios de la Palma, que todavía radica en la citada iglesia.


A todo esto, las imágenes que tradicionalmente pertenecieron a la hermandad, excepto el crucificado de Sebastián Rodríguez que estaba en el Salvador, comenzaron a recibir de nuevo culto por la iniciativa de un grupo de jóvenes. Tras varios años de intentos de ver aprobadas sus reglas, por fin en 1908 se consiguió el beneplácito para poder ser hermandad si bien a modo de prueba y por un periodo de tres años porque la autoridad eclesiástica consideraba que no contaban con recursos suficientes. Por esta época la cofradía constaba de un solo paso en el que, junto al Señor, figuraban las Marías, San Juan y la Virgen no siendo hasta 1930 cuando se incorporó el paso de palio.



Paso del Crucificado, con los repiraderos que había estrenado e 1928. Unos años antes, en 1923, modificó el misterio, dejando al Cristo y la Magdalena, que aquí aparece también con dos Marías.









Una de las primeras salidas de la Virgen de la Palma con el palio que estrenó en 1930. Los trabajos se hicieron en el taller de José Caro y el estreno fue un acontecimiento.






Volviendo a comienzos del siglo XX, en la mente de todos los cofrades del Buen Fin estaba la ansiada vuelta al convento de la imagen del crucificado, a la que aún se recordaba, que llevaba mas de un siglo en el Salvador por lo que se comenzaron laboriosas gestiones para tal fin por parte de los hermanos Juan Areal, Fernando Gil, Antonio Marvizón, Enrique Perales y Manuel Montes. No fue hasta 1909 cuando la autoridad eclesiástica aprobó que la imagen volviera al lugar de donde salió mientras que la cofradía devolvía la talla de pasta de madera que lo había sustituido. A finales de 1909, el crucificado de Sebastián Rodríguez volvía desde la Parroquia del Salvador al Convento de San Antonio.



El único paso de la cofradía en 1912, con el Cristo, la Virgen y San Juan, pero sin Magdalena, que no salió ese año.





Imagen del Cristo del Buen Fin en una de sus Estaciones de Penitencia de los años 50 cuando iba acompañado por la Magdalena, arrodillada a sus pies.







"Tengo sed"

El Cristo del Buen Fin salió entre 1924 y 1929 representando el misterio de la quinta palabra. 

Conocido popularmente como "el tranvía" el paso incluía a la Virgen de la Palma, San Juan, las Santas Mujeres, un sayón con un palo con una esponja empapada en vinagre, añadiéndose después un centurión romano. 





Representar este pasaje no era muy lógico, ya que el crucificado del Buen Fin es ya un Cristo muerto, por lo que duró poco. El paso se había adquirido un año antes a la Hermandad de las Siete Palabras.



A pesar de que el Señor del Buen Fin es una talla de Cristo muerto la Hermandad llegó a representar el misterio de la quinta palabra "Tengo sed".







Las reglas definitivas

Otra de las ilusiones de los hermanos que gobernaban la hermandad en estos años se centraba en poder tener unas reglas aprobadas de forma definitiva.


Aquellas reglas que se aprobaron por tres años no fueron dadas como perennes hasta 1927, amén de querer incluir el título de “Santo Sudario” que con tanto trajín había quedado en desuso por haberse quedado con él la cofradía del Cristo de Burgos. La autoridad decretó a favor de la hermandad conventual volviendo así al título tan preciada advocación que se representa en el sudario que Humberto de Saboya regaló a la hermandad, reproducción a tamaño natural del original que se encuentra en la catedral de Turín. Unos años antes, la hermandad había suprimido el misterio que representaba en momento en que Jesús pronunciaba “Tengo sed”.

La túnica de nazareno que ha utilizado los hermanos del Bue Fin pasó por diversos modelos. En un principio eran de color negro trocándose por morado con capa y antifaz negros hasta llegar al hábito franciscano actual y tan característico del espíritu de la hermandad. Esta túnica fue adoptada en 1947.




Foto con dos nazarenos ataviados con la antigua túnica de la cofradía, compuesta de túnica morada, antifaz y capa negros, como la de San Bernardo. 







Poco tiempo después, instalado ya en 1963, la hermandad adquiría el título de sacramental. En la historia contemporánea de esta corporación, dos hitos fundamentales marcan con letras de oro la actividad de la hermandad: la creación en octubre de 1982 del “Centro de Estimulación Precoz Cristo del Buen Fin”, donde la hermandad vuelca todo su cariño no solo en los niños que allí son atendidos sino también en sus padres a los que presta una ayuda constante ante la situación especial en que se encuentran.



Guión del Centro de Estimulación Precoz Cristo del Buen Fin. Fue realizado por el taller de bordados de la hermandad con la dirección de José Asián Cano y bordado en oro sobre terciopelo burdeos, mientras que la cartela central con el rostro del crucificado en sedas de colores es obra de Pilar de la Haza Oliver. El asta de plata es de Orfebrería Andaluza.







Y la coronación canónica de Nuestra Señora de la Palma en octubre de 2005. Para celebrar este importante, la imagen de la Virgen fue trasladada en su paso de palio el domingo 2 de octubre a la Catedral. Una vez allí, el día 8 tuvo lugar el Solemne Pontifical de Coronación volviendo la Virgen en gloriosa procesión la tarde de se mismo día.



Guión de la Coronación de la Virgen de la Palma, bordado en oro por José Ramón Paleteiro, con una cartela central con el rostro de la dolorosa realizado en seda por Pilar de la Haza. El asta y el marco son de plata, obra de Orfebrería Andaluza
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El paso de Cristo


 El paso del Cristo del Buen Fin perteneció anteriormente a la Hermandad de las Siete Palabras. Los respiraderos se añadieron posteriormente. 


Antiguo misterio con las imágenes secundarias de Álvarez Duarte.  



Hasta el año 2023 el paso acogía sólo la imagen del Crucificado sin acompañamiento alguno. El conjunto es de madera tallada y dorada, de estilo barroco. En 1980 se procedió a una profunda restauración devolviendo todo su esplendor original. La hermandad encargó este trabajo a los talleres de Antonio Díaz.







El imaginero Darío Fernández será el encargado de la realización del nuevo misterio que acompañará al Santísimo Cristo del Buen Fin a partir del Miércoles Santo de 2024.






El miércoles 20 de marzo de 2024 a las 19:00 horas, una semana antes del miércoles santo, la Hermandad presentó el nuevo misterio realizado por Dario Fernández. 











 



Un magnífico palio




De estilo neorrenacentista, fue diseñado por Ignacio Gómez Millán, con crestería bordada que incluye pequeñas jarras a modo de perilla y caídas igualmente bordadas, en oro sobre terciopelo azul con ángeles de madera tallada y policromada realizados por Castillo Lastrucci.

















En 1930 la Virgen de la Palma, estrenó manto de salida junto con el conjunto del paso de palio. Este manto, anterior al actual, fue diseñado igual que el resto del conjunto por Ignacio Gómez Millán, teniendo la particularidad de contar con un dibujo de bodados en "radio" o "abaico". 


Fotografía procedente de un boletín de la propia corporación, vemos al paso de palio dispuesto para una de sus primeras salidas, bajo las naves de la Iglesia Conventual de San Antonio de Padua.




Dicho diseño fue llevado al terciopelo en los talleres de Victoria Caro, y sería utilizado cada Miércoles Santo por la Dolorosa hasta la realización del manto actual en 1960, el cual recuerda levemente en su diseño el estilo en abanico del primitivo.


Antiguo manto de la Virgen de la Palma, diseñado Ignacio Gómez Millán.





Este antiguo manto viajó aquel mismo 1960 a la ciudad de Úbeda, para ser utilizado desde entonces hasta la actualidad en el Trono de la Virgen de la Caridad, de la Hermandad de la Sagrada Columna. 



Virgen de la Caridad de la Hermandad de la Sagrada Columna de Úbeda con el antiguo manto de la Virgen de la Palma.






Vía Crucis de Sevilla

Viacrucis del Consejo General de Hermandades y Cofradías presidido por el Stmo Cristo del Buen Fin. “Por los enfermos y por los discapacitados”, este fue el lema con el que Cristo del Buen Fin salio a las calles de Sevilla el 11 de febrero de 2008.










Túnica de procesión

El hábito es marrón de cola con cíngulo blanco. Las túnicas son muy parecidas al hábito franciscano.  











El detalle


 Estandarte franciscano. Metal fundido y plateado, Orfebrería Andaluza, 2008.
El asta de esta insignia remata en una espadaña cuyo modelo está tomado de la propia del convento de San Antonio de Padua. Con este remate se significa la gran vinculación existente no solo con la orden, sino con el convento de San Antonio de Padua.







Asta del Guión de la Coronación Canónica. Metal fundido y plateado. Orfebrería Andaluza, 2007.
Esta insignia va coronada por un sigular remate en el que sobre el escudo de la hermandad se alza la Giralda flanqueada por dos ángeles, significando que el acto se celebró en la Catedral.








Llamador paso de palio 











Simpecado de la hermandad, realizado en 1952 en terciopelo azul bordado en oro y con dos ángeles policromados. Los bordados de esta característica insignia son de Elena Caro y el asta de plata de Seco Velasco.









 La Virgen luce manto azul bordado, de Esperanza Elena Caro, según dibujo (1958) de Rafael Vallejo, restaurado con motivo de la coronación canónica, por el taller de José Ramón Paleteiro (2005). 










A la izquierda, saya de terciopelo azul bordada en oro a realce, realizada con los bordados antiguos del paso de misterio de Rodríguez Ojeda. Se desconoce el nombre del autor de la saya, quien la ejecutó en el siglo XIX.
A la derecha, saya con bordados en oro a realce de autor anónimo (siglo XIX). Antiguamente estaban sobre terciopelo morado, pero José Ramón Paleteiro los pasó a terciopelo verde.











A la izquierda, saya bordada en oro a realce sobre malla de bolillos y otomán dorado, realizada en 2011 por Pilar de la Haza, según un diseño modificado de José Asián.
A la derecha, saya bordada en oro a realce sobre terciopelo burdeos por Juan Manuel Rodríguez Ojeda en el siglo XIX.







Corona de la Ntra Señora de la Palma, realizada en oro de ley por orfebrería andaluza en el año 2005, bajo diseño de NH Don Antonio Dube de Luque. fue estrenada por Ntra Sra de la Palma con motivo de su coronación canonica 



















Escucha algunas de las marchas dedicada a los titulares de la hermandad.

Stmo. Cristo del Buen Fin D. Manuel Borrego Hernández (1929)

Cristo del Buen Fin. D. Luis Lerate (1948)

Virgen de la Palma. D. Manuel López Quiroga (1950)

Buen Fin. D. Juan Manuel Velázquez Ruiz. (2003)

Virgen de la Palma. D. Manuel Marvizón (2004)

Reina de San Antonio. D. Juan Manuel Cutiño (2005)

Palma los niños te coronan. D. Abel Moreno Gómez. (2005)

Himno de la Coronación de Ntra.Sra. de la Palma D. J. Manuel Velázquez Ruiz.(2005)

Cristo del Buen Fin. (Cornetas) D. Sebastián García Moreno (2000)

Buen Fin. (Agrupación) D. Antonio Velasco Rodríguez. (1997)

Al Buen Fin de Cristo. (Cornetas) D. Sergio Ávila Fernández. (2002)

Sudario de Buen Fin (Cornetas) D. Jesús Barrera Ríos. (2006)



TRIUNFO DE LA FE  Francisco Moraza (2024
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Bibliografía

Enciclopedia de la Semana Santa de Sevilla del El correo de Andalucía

Historia de las cofradías de Sevilla del ABC

El poder de las imágenes, iconografía de la Semana Santa de Sevilla, del Diario de Sevilla 

Sevilla en sus cofradías de Rafael Jiménez Sampedro

Sevilla y su Semana Santa memoria de un siglo de ABC

La Semana Santa según ABC de Sevilla 1929-1946 de ABC

http://periodistacofrade.blogspot.com

http://www.hermandadbuenfin.es

https://cuestiondecofradias.blogspot.com




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