Historia de las hermandades de Sevilla: La Trinidad

 

Pontificia, Real y Muy Ilustre Hermandad Sacramental y Archicofradía de Nazarenos del Sagrado Decreto de la Santísima Trinidad, Santísimo Cristo de las Cinco Llagas, María Santísima de la Concepción, Nuestra Señora de la Esperanza Coronada y San Juan Bosco. 






Hermandad del siglo XVI


Si bien las reglas más antiguas en poder de la hermandad datan de mediados de siglo XVI, exactamente de 1555, varias son las teorías que se barajan sobre la fecha exacta de fundación de esta cofradía aunque todas giran alrededor de la misma centuria por lo que todo parece indicar que las reglas de 1555 no fueron las primeras según se puede constatar en un expediente que se conserva en el Archivo del Palacio Arzobispal de Sevilla, fechado en 1806, por el que se certifica que “la Muy Antigua Hermandad y Cofradía de las Cinco Llagas, Sagrado Decreto y Nuestra Señora de Esperanza que elevado a la autoridad de Don Carlos IV, por la gracia de Dios Rey de Castilla, León, etc. A vos el Presidente, Regente y Oydores de Nuestra Real Audiencia de Grados que residen en esta ciudad de Sevilla, salud y gracia. Saved que ante Vuestra Alteza como mas haya lugar digo: Que casi desde el tiempo de la fundación del Real Convento de Trinitarios calzados extramuros de dicha cuidad que cuenta sobre quinientos años de antigüedad, se halla establecido en él la Hermandad y Cofradía del Santísimo Cristo de las Cinco Llagas, Sagrado Decreto y María Santísima de la Esperanza y es la única que en él existe”.


Para González de León la hermandad ya existía en 1507 como se desprende de un documento por el que el provincial y Vicario de la Orden de la Santísima Trinidad y electores reunidos en capítulo, estipulan que “aprobamos estas Reglas y Estatutos de la Cofradía de las Cinco Llagas de Jesús” así como que “admitimos la dicha Cofradía en nuestro convento de la Santísima Trinidad”. Para José Bermejo, la hermandad se funda en 1535 por devotos que se reunían a orar en el convento trinitario. Por último, Juan Carrero aporta que según ha podido constatar “en el Archivo General del Arzobispado ante unas reglas que aprueba la autoridad eclesiástica de 1806, la anotación que hace el secretario de la hermandad José María Lorión quien indica que entre los documentos que quedaron después de distintas riadas, los primeros estatutos son de 18 de mayo de 1555, dirigiendo la sede el arzobispo monseñor Fernando de Valdés y su provisor el licenciado Moral Duarte”.




Antiguo Cristo de las Cinco Llagas, obra de madera, pasta y telas encoladas, datada a principios del siglo XVI y realizada por un autor desconocido. Fue el titular de la hermandad prácticamente desde sus orígenes, hasta que su mal estado obligó a su sustitución en 1981 por una talla de Manuel Hernández León. Actualmente la hermandad conserva este antiguo crucificado, que ha sido restaurado recientemente. 






Estación de disciplina


Cuenta José Bermejo que “el Domingo de Ramos se reunían los hermanos, en cuyo acto se les exhortaba para que confesaran y comulgaran para ir en la procesión, se administraba a los que estuviesen reñidos y se pedían perdón, dando al concluir el acto cada hermano la limosna que tenían por conveniente para los gastos de la procesión”. Sobre la salida nos sigue contando Bermejo que la estación “era de disciplina, y tenía lugar el jueves santo en la noche, llevaban todos camisas o túnicas negras que llegaban hasta el suelo, con capirote que cubría el rostro, los pies descalzos y un escudo en el pecho. Los hermanos de luz llevaban hachas, y los de sangre, disciplinas de manojos de rodezuelas”. Aclaramos que las llamadas “rodezuelas” eran unas bolas de cera recubiertas de un hilo basto con extremidades terminadas en punta y con piedras en su interior “con las cuales se herían notablemente los que se disciplinaban”.


Por otros documentos, como el dado en Talavera de la Reina en 1558, el Provincial Fray Juan Hurtado de Mendoza y Definidores del Capítulo de la Orden de la Santísima Trinidad de Redención de Cautivos “aprobaban las Reglas y Estatutos en las condiciones del Sr. Provisor de Sevilla, la admitían a la Hermandad para que gozasen trayendo Escapularios” a la vez que se daban en propiedad a la hermandad unos terrenos dentro del monasterio donde podía labrar “Capilla y Dependencias, así como bóveda para los entierros de los cofrades”.


Según los documentos que así lo atestiguan, en el traslado de la Virgen de los Reyes y de los restos mortales de San Fernando a su nueva Capilla en 1579, la hermandad figuraba entre las veintiséis que asistieron ocupando entre todas el decimoséptimo lugar. En lo que coincide todos los autores es en las palabras de Félix González de León quien en su “Historia de las Hermandades y Cofradías de Sevilla” afirma que “sin duda es esta Cofradía de las más antiguas de nuestra ciudad”.







Sequía, terremoto y pleitos


En el primer cuarto del XVII la hermandad verificaba su estación en la tarde del Jueves Santo con un solo paso que representaba al crucificado cuya sangre era recogida por la Magdalena arrodillada, contemplando la escena la Virgen y San Juan. Desde estos años la cofradía comenzó a languidecer llegando al último cuarto del siglo XVIII cuando la hermandad casi no daba culto a las imágenes quedando prácticamente en estado de abandono.


Los motivos del decaimiento se pueden encontrar en la sequía de mediados de siglo que provocó prácticamente la ruina de los labradores, uno de los grupos más numerosos dentro de la cofradía por lo que ésta se vio fuertemente mermada en el número de cofrades. También el terremoto de 1755 produjo un gran deterioro en las dependencias de la hermandad a lo que se unió los pleitos en los que se vio envuelta la corporación entre ellos con el propio mayordomo el cual reclamó una fuerte cantidad de dinero. A tanto llegó la alarma ante la ausencia de vida de la corporación que la comunidad conventual envió escrito al Provisor solicitando permiso para que fuera la propia comunidad la que regentara la capilla que se encontraba quedando prácticamente disuelta la corporación.







Santa Lucía


No fue hasta primeros del siglo XIX cuando un grupo de cofrades consigue la revitalización de la cofradía haciendo estación de penitencia en 1805 en la tarde del Vienes Santo con los dos pasos, el alegórico y el misterio del Monte Calvario. Al poco de la refundación hubo de ubicarse en Santa Lucía por el cierre del convento durante la dominación francesa regresando a su sede habitual en 1818.


La revitalización de la hermandad prácticamente abarcó todo el siglo XIX si bien a su final de nuevo la cofradía cayó en abatimiento del que rápidamente volvió a salir llegando incluso a partir de 1924 a procesionar con tres pasos al añadir el del palio de Nuestra Señora de la Esperanza a los dos con los que habitualmente salía en estación de penitencia. Desde 1956 la cofradía realiza su procesión en la tarde del Sábado Santo.



Templo de Santa Lucía, hoy en día sin uso litúrgico. El templo se situaba, se sitúa, en la plaza de su nombre, al final de la calle Sol, hoy a espaldas del beaterio y colegio de la Trinidad, en un lugar casi lindante con las murallas de la ciudad. Un edificio que fue prototipo del llamado «tipo parroquial sevillano», tipología de iglesias mudéjares relacionable con otras edificaciones de la época como Santa Marina o San Julián, según la tradicional clasificación del profesor Angulo.






Vista actual de Santa Lucía. Desde junio del 2012, es sede del Centro de Documentación de las Artes Escénicas de Andalucía, acogiendo una Biblioteca de más de 40.000 ejemplares y un importante archivo especializado. Un uso que permite la pervivencia y el acceso a un edificio símbolo en muchos aspectos de los olvidos de la ciudad.







El Sagrado Decreto


Vamos a centrarnos en el primero de los pasos de la hermandad de la hermandad sobre el que procesiona el misterio del Sagrado Decreto. Desde al menos el siglo XVIII y hasta el año 1951, volviendo a hacerlo desde 1994, la hermandad saca a la calle el paso alegórico del “Sagrado Decreto de la Santísima Trinidad” y cuyo significado trascribimos como corresponde a un verdadero “auto de fe itinerante” tal y como ha sido definido. “En la testera del paso, sobre trono de nubes, se ven las tres Personas que forman la Santísima Trinidad. El Padre, en gesto amoroso, decreta la entrega de su Hijo para que mediante su sacrificio en la Cruz y su Resurrección Gloriosa, la Humanidad sea redimida. Su mano izquierda sobre el pecho, en gesto paternal y dolorido. Su mano diestra señala el mundo, destino de su Tarea Redentora, que a los pies de la Deidad Trina y Una aparece. Cristo, soporta sobre su hombro izquierdo una Cruz arbórea de amplias proporciones, cuyo extremo inferior descansa sobre el Mundo. El Espíritu Santo, Divina Paloma, se yergue con las alas desplegadas a modo de amparo y protección de la humanidad. Los tres haces de rayos que de Ella parten, uno por cada persona de la Divinidad, representan la unidad de Dios y la Trinidad de Personas. Al lado del Hijo se representa la Sinagoga, bajo la apariencia de mujer madura dormida, que en postura genuflexa junto a los Pies de Cristo, descansando su cabeza sobre su brazo izquierdo, recibe la Sangre derramada en su Pasión y Muerte, denotando así el estado de sombras y sueños de la sinagoga, de la que despertará como la Iglesia de Cristo que triunfa y se expande por la faz de la tierra. Tras la Santísima Trinidad, al lateral izquierdo de la imagen de Dios Padre, y tras Él, está la efigie representativa de la Fe, mujer joven y dinámica, para que de esa manera se manifieste que nuestra Fe no es fría, distante ni obsoleta, sino que al contrario, es fundamental y necesaria. Sus ojos levemente vendados, porque la Fe no es ciega, sino que hay que razonarla, reflexionar y ahondar en ella, se dirige abiertamente al pueblo, mirando el exterior del paso, mostrando y remitiendo a todos al señalar con su mano izquierda, el momento trascendental que se representa como fundamento de nuestras creencias. En el frente, en primer lugar y en su lateral derecho, el Arcángel San Miguel, hiere con una lanza al pecado, representado por la serpiente bíblica, como alegoría a la exclusión del mal y su inaccesibilidad a cuanto rodea a la Divinidad Redentora. Tras el, los cuatros Padres de la Iglesia Latina, que fueron los que la ilustraron acerca de los misterios: San Gregorio, San Ambrosio, San Agustín y San Jerónimo. Entre ellos, figura un pequeño ángel que simboliza el Amor Divino y lanza su dardo al costado de Cristo. En la parte posterior, y sobre la nube en la que se asienta los Tronos de la Deidad Trina, aparecen dos querubines en actitud de alabanza a Dios y en sus manos, en ademán de exaltación de los símbolos, uno porta una palma, por el sacrificio de las persecuciones a la que la Iglesia se ha visto sometida a lo largo de la historia y, el otro, como complemento, una Cruz, como representación de su triunfo sobre la tierra”.













Según señala Federico García de la Concha siguiendo los escritos de Pedro Solís, la incorporación del paso alegórico “además de suponer un vehículo fiel al espíritu de Trento, responde al hecho de residir en el convento trinitario y tal vez fue propuesto por los monjes como medio de adocirinamiento popular”.




El paso del Sagrado Decreto de la Santísima Trinidad  se suprimió en 1951, pero antes tuvo también periodos en los que dejó de salir. En 1908 las figuras fueron restauradas, tras dieciocho años sin salir y en 1918 se volvió a restaurar el paso. En la imagen vemos la composición antigua de este paso alegórico, con menos figuras, al no estar los doctores de la Iglesia.





Aspecto del misterio del Sagrado Decreto a principio del siglo pasado en el interior de la Iglesia de María Auxiliadora.




El misterio del Sagrado Decreto de la Santísima Trinidad, alrededor de 1920.





La figura de Dios-Hijo la realizó Emilio Pizarro en 1913, la de Dios-Padre se atribuye, con fundamento, al círculo de Juan de Mesa, la de Dios Espíritu Santo es obra de José Antonio Bravo. Antonio Dubé de Luque ha realizado las figuras de San Gregorio, San Ambrosio, San Agustín y la Fe y San Jerónimo todas entre 1994 y 1997. La imagen de la Iglesia dormida es de Miguel González de 1939, mientras que las del Ángel pequeño y dragón bíblico fueron realizadas por Rodríguez Magaña a principios del siglo XX. El Arcángel San Miguel es de autor desconocido.



Dios Hijo, Dios Padre y Dios Espíritu Santo (círculo de Juan de Mesa).






  

La Fe (1996)  -  San Gregorio (1994) y San Ambrosio (1995)
Obras de Dubé de Luque.





     

San Agustín (1996)  y  San Jerónimo (1997). Obras de Dubé de Luque.







La Iglesia dormida (Miguel González, 1940).






   

San Miguel (anónimo, siglo XVIII) a punto de matar al dragón (Rodríguez Magaña) 










El Calvario


En el segundo paso figura el Monte Calvario presidido por la imagen de Cristo que en 2002 esculpió Álvarez Duarte sustituyendo a la realizada en 1982 por Manuel Hernández León.




Cristo de Álvarez Duarte






El misterio de las Cinco Llagas con el antiguo titular, obra del escultor Manuel Hernández León (actualmente se encuentra en la localidad sevillana de Pedrera), y el antiguo paso que ahora está en Morón.




El anterior Cristo al que nos hemos referido del imaginero Manuel Hernández León, de madera de cedro policromada y bendecido por el Cardenal Bueno Monreal el 4 de Marzo de 1981. Pero al no encajar con las figuras del misterio por sus grandes proporciones de 1,80 metros, al año siguiente fue sustituido por otro del mismo artista de un tamaño inferior de 1,65 metros, que se bendijo el 26 de Febrero de 1982. Un Cristo este de buena factura y que también sería sustituido por otro más tarde.

Como curiosidad, el Cristo de las Cinco Llagas de Hernández León, lleva los clavos en las muñecas no en las manos, como es habitual. 

En la actualidad lo podemos encontrar en la localidad sevillana de Pedrera.



El cardenal Bueno Monreal bendijo en 1981 la imagen del Cristo de Manuel Hernández León.



Antiguo Cristo de las Cinco Llagas de Hernández León, en la localidad de Pedrera.



El antiguo Cristo, que fue sustituido por el de Manuel Hernández León, era una obra anónima resultado de diferentes épocas. La parte más primitiva puede ser su cabeza, de proporción inferior al resto del cuerpo y que puede fecharse en la primera mitad del siglo XVII y que actualmente preside el salón de actos de la Hermandad.



Paso de las Cinco Llagas hacía 1915, con el Cristo, de autor anónimo, que fue sustituido. A los pies está la actual Virgen de la Esperanza, que no saldría bajo palio hasta 1924, año en que se incorporó como titular la Virgen de la Concepción.






Misterio de las Cinco Llagas una tarde de Jueves Santo de la década de los años 30, pudiéndose contemplar al primitivo crucificado, que hoy se conserva en la Casa Hermandad .







Nuestra Señora de la Esperanza con el antiguo Cristo de las Cinco Llagas.








El paso del Cristo de las Cinco Llagas, de la Hermandad de la Trinidad en la calle Arrebolera (hoy María Auxiliadora), delante de lo que fue el Salitre. Véase su entidad en 1917. Aún no había incorporado los Santos Varones.









El paso del Cristo de las Cinco Llagas por la ronda histórica,  antiguo convento del Valle a la izquierda,  años 20. Talla de autor desconocido,  procesionó hasta 1981. En 1918 se colocan en el paso las dos Marías y los Santos Varones.  








El paso del Cristo de las Cinco Llagas en la Campana, a la entrada a la calle Martín Villa, el Viernes Santo de 1939.




La Virgen de la Concepción fue realizada por Antonio Bidón en 1958. Nicodemo es obra de Dubé de Luque; José de Arimatea fue gubiado por Rodríguez Magaña. La escena la contempla San Juan de quien se desconoce su autor y las Santas Mujeres realizadas por Manuel Flicchi y Rodríguez Magaña.


Virgen de la Concepción






San Juan





    
José de Arimatea (Siglo XVII, círculo de Pedro Roldán)







  
María de Cleofás, que era la antigua Virgen de la Concepción hasta la incorporación de la actual dolorosa de bidón. Autor,  Ángel Rodríguez Magaña en 1924.







Esperanza


Nuestra Señora de la Esperanza, que camina bajo palio en el tercero de los pasos de esta hermandad, fue tallada en 1820 por Juan de Astorga realizando su primera salida bajo palio e 1924.


La Esperanza de la Trinidad en el año 1920.






Virgen de la Esperanza bajo palio, en una de sus salidas de los años treinta. Este paso, con el tiempo, fue totalmente renovado.






La Virgen de la Esperanza de la Trinidad estrenó en 1945 su actual paso pero por entonces en soporte blanco (después se pasó al verde actual). de ahí que aún se la nombre en ocasiones como la Esperanza Blanca.








Palio de Ntra. Sra. de la Esperanza a finales años 50. Con su manto blanco bordado que junto con el palio blanco hacían que se la conociese como “La Esperanza Blanca”. El manto fue realizado en taller de bordado de Mercedes Plasencia con diseño de Braulio Ruíz Sánchez finalizado en 1957. Se inspiraba en mantones de manila y tenía en el centro una gran Cruz Trinitaria rodeada de motivos en sedas de colores. En 1974 se estrenaría el manto verde. El palio de 1946 de los talleres de Caro, sería pasado en los 80 a terciopelo verde.









Dolorosa de la Esperanza de la Trinidad a comienzos del siglo XX.





Curiosa foto histórica de la Virgen de la Esperanza de la Trinidad caracterizada a modo de "Pastora".






La Virgen de la Esperanza fue un encargo del trinitario José Cabello por el que desembolsó novecientos reales de vellón “concluida del todo y pintada”. En el año 1995, a los ciento setenta y cinco años de su realización, el Ayuntamiento rotuló con el nombre de “Avenida Esperanza de la Trinidad” la que une las calles de “José Laguillo” y “Samaniego”.

La imagen ha pasado por la restauración de Ángel Rodríguez Magaña en 1924 y de Sebastián Santos en 1961 y en 1996, le fueron colocadas sus actuales lágrimas de cristal por Antonio J. Dubé de Luque. Por su parte, Luis Álvarez Duarte le incorporó un nuevo candelero en el año 2000.









La hermandad, reunida en cabildo general en 1999, aprobó solicitar la coronación canónica de la preciada imagen de la Virgen de la Esperanza. En el año de 2006, en el mes de junio, coincidiendo con la celebración de la Festividad de la Santísima Trinidad, la preciosa imagen que tallar Juan de Astorga sería coronada en la catedral de Sevilla.



Cartel de la coronación de Luís Álvarez Duarte.




El 10 de Junio y como estaba establecido, la Santísima Virgen fue coronada en un Pontifical que dio comienzo a las doce de al mediodía, y que estuvo presidido por el Excmo. y Rvdmo. Sr. Dr. D. Carlos Amigo Vallejo, Cardenal-Arzobispo de Sevilla, el cual tras pronunciar su homilía, coronó las sienes de la Santísima Virgen con una corona labrada en oro del taller de orfebrería  de los Hermanos Delgados.




Vía Crucis de Sevilla


Cartel y papeleta de sitio del Via Crucis


La participación del Santísimo Cristo las Cinco Llagas en el Vía Crucis de las Hermandades de Sevilla fue en 2016. Desde las 17:30, la imagen del Crucificado concentró a cientos de personas acompañándole hasta la Sagrada Iglesia Catedral.






Túnica para procesionar

Los nazarenos procesionan con túnica de color blanco-crema, con escapulario del mismo color, sobre el que va cosida la cruz trinitaria, cuyo brazo vertical es de color rojo y va sobre el horizontal, de color azul. El antifaz y la capa son de color negro, al igual que los calcetines y los zapatos. Los guantes, de llevarse, también son de color negro.







El detalle













Palio de la Virgen de la Esperanza, montado con sus bambalinas, techo, varales y jarras de entrevarales. Tanto las bambalinas como el techo son obra del taller de Sobrinos de Caro (1944-1945), originalmente bordados en oro y seda sobre soporte de color blanco y pasados a terciopelo verde por Fernández y Enríquez cuarenta años después. Los varales son de plata, obra de Manuel Seco Velasco de 1960, mientras que las jarras son de plata de ley, de los Hermanos Delgado y del año 2006.


















Respiraderos y los faldones del paso de palio. Los respiraderos son de Manuel Seco Velasco, realizados en plata de ley, con las imágenes de las capillas de Sebastián Santos Rojas (1951-1958). En el frontal vemos en el centro a la Virgen de los Reyes, mientras que a la izquierda está la Pura y Limpia del Postigo, y a la derecha la Asunción de Cantillana. Sobre los respiraderos hay dos llamadores, uno a la izquierda y otro a la derecha, los que hace muy característico a este paso de palio. En cuanto a los faldones, son de terciopelo verde bordado en oro y sedas por Artesanía Santa Bárbara en 1990-1991.
























Manto de salida de la Virgen de la Esperanza,  diseñados por Antonio Garduño Navas y realizados por el taller de Sobrinos de Caro. Está bordado en oro sobre terciopelo verde de Lyon (1975-1977).






Puñal de oro y esmaltes labrado por Orfebrería Triana en 1977, con el escudo de la hermandad en la empuñadura.





Hasta finales del pasado siglo XX, en la entrecalle del paso de palio de la Esperanza iba un templete con una pequeña imagen de la Inmaculada Concepción, realizado en la primera mitad del mismo siglo por Seco Imberg.







De finales del siglo XVIII es la corona de plata de autor anónimo que la Virgen de la Esperanza suele llevar cada mes de noviembre, vestida de luto.







Antiguo llamador del paso de palio, obra de metal plateado labrado por Hijos de Juan Fernández en la primera mitad del siglo pasado.






Saya de la Virgen de la Esperanza: la bordada en oro sobre terciopelo azul, atribuida a Juan Manuel Rodríguez Ojeda (primera década del siglo XX).







Saya estrenada en 2018 estrenada hace dos años, bordada en oro y sedas sobre tisú de plata por Mariano Martín Santonja, según diseño de Jesús Guerrero.







 Saya de terciopelo burdeos bordada en oro y sedas, de Sobrinos de Caro (1976).






Saya de tisú blanco con bordados en oro y sedas, de Rodríguez Ojeda (década los años 20).

















Frontal del canasto del actual paso del Cristo de las Cinco Llagas, así como dos de sus candelabros. El diseño y la talla, en madera de cedro, es de los Hermanos Caballero (2011), mientras que el dorado, que aún no está concluido en los respiraderos, es de los Hermanos González.









Diadema de Nuestra Señora de la Esperanza, de plata sobredorada con aplicaciones de marfil, labrada por Manuel Seco Velasco de 1945.








Escucha algunas de las marchas dedicada a los titulares de la hermandad.

A LA DERECHA DEL PADRE David Hurtado Torres 2009


A MI REINA DE LA TRINIDAD Juan Velázquez Sánchez 1986


AUXILIO Y ESPERANZA Víctor Arturo López López 2011


CRISTO DE LAS CINCO LLAGAS José Albero Francés 2002


ESPERANZA DE LA TRINIDAD Abel Moreno Gómez 1999


ESPERANZA DE LA TRINIDAD José Albero Francés 2009


ESPERANZA DE LA TRINIDAD CORONADA Abel Moreno Gómez 2006



ESPERANZA SALESIANA José Manuel Bernal Montero 2006


ESPERANZA TRINITARIA Antonio Pantión Pérez 1971


MI ESPERANZA José Peña Rubio 2016


SOL DE ESPERANZA Vicent Cerdà Peris 2011


TRINIDAD José Albero Francés 1979


TRINIDAD Y ESPERANZA Pascual González Moreno 1993


VIRGEN DE LA TRINIDAD Francisco José Gómez Calado 2002










Video de Serva la Bari







VER ÁLBUN DE FOTOS 






Bibliografía


Enciclopedia de la Semana Santa de Sevilla del El correo de Andalucía

Sevilla y su Semana Santa memoria de un siglo de ABC

La Semana Santa según ABC de Sevilla 1929-1946 de ABC

http://www.hermandaddelatrinidad.es

https://elcorreoweb.es

http://periodistacofrade.blogspot.com

https://sevilla.abc.es/pasionensevilla/

http://www.artesacro.org

http://cofrades.sevilla.abc.es

https://criosidadesycofradias.blogspot.com

http://elforocofrade.es